La mayoría se queda por debajo de los 'mil euristas'

¿Y qué hay del parné? Es la pregunta que se hará la mayoría de jóvenes antes de estampar su firma en su primer contrato laboral. Pero a la mayoría le tocará encogerse de hombros y conformarse. Y es que el salario medio de los ocupados durante su primer año de vida laboral apenas supera los 870 euros netos mensuales, distribuidos en un total de catorce pagas anuales.

Una cifra que queda muy por debajo de los denostados 'mil euristas', pese a que el sueldo medio de los recién titulados en Formación Profesional ha crecido un 8% si se compara con el año anterior.

La culpa de que la paga mensual esté por debajo de los 1.000 euros es de las mujeres o, mejor dicho, de sus empleadores.

No en vano, mientras los varones cobran una media de 1.027 euros en los contratos de jornada completa, ellas se quedan con poco más de 860 euros. Si en la media incluimos los contratos en un formato de jornada reducida, las diferencias siguen siendo notorias: ellos cobran 982 euros y ellas se quedan con 731 euros.

La encuesta no especifica si las diferencias salariales por géneros se dan en el mismo puesto de trabajo y con las mismas funciones. Lo que sí concreta es que la distribución entre los hombres y las mujeres sigue dependiendo y mucho del sector.

Sectores feminizados Así, las profesiones más feminizadas siguen siendo las relacionadas con Imagen Personal (100% de chicas), con Servicios Socioculturales y con Textil y Confección (94%).

Continúan siendo honrosas excepciones las que apuestan por una formación relacionada con la industria automovilística, con una presencia femenina de entre el 3% y el 7%. Ocurre lo mismo con la electricidad, la carpintería o la fabricación mecánica con porcentajes también cercanos al 7%. Lo que menos atrae a las jóvenes es la construcción -donde la media de matriculación es de tres de cada cien- y, sobre todo, la agricultura, sector en el que no hay ninguna estudiante femenina.