martes, 8 de enero de 2008

Los mayores de 45 tienen más dificultades a la hora de acceder al mercado laboral

La mayor esperanza de vida y la prolongación de la vida activa ha incrementado las cifras de paro en la población mayor de 45.

El paro afecta a 431.000 mujeres mayores de 45 años, mientras que la cifra de los varones desciende hasta casi la mitad.

El trabajador de edad no es una desventaja sino una fuente de ventajas y oportunidades que concilia eficiencia económica y social aportando experiencia, confianza, madurez emocional y compromiso.

El Programa de Integración Laboral para Mayores de 45 años de la Fundación Adecco ha facilitado el acceso al trabajo a 96.188 mayores.
Madrid, 25 de abril de 2007.- El próximo 1 de mayo se celebra el Día Internacional del Trabajo. Para la Fundación Adecco supone el reconocimiento de todas las personas que han logrado una integración laboral plena y óptima. Sin embargo, todavía queda mucho por hacer y es por ello que es necesario promover oportunidades para que mujeres y hombres puedan obtener un trabajo decente y productivo, en unas condiciones de libertad, igualdad, seguridad y dignidad humana.
Para mejorar la situación actual en la que se encuentran tanto los trabajadores como los que aspiran a obtener uno es prioritario activar políticas para la lucha contra la economía sumergida y ayudar a desaparecer progresivamente el desempleo y el subempleo, así como los trabajos de escasa calidad e improductivos, la aplicación de la Ley de prevención de riesgos laborales y continuar trabajando en favor de la igualdad de género. A su vez, muchos trabajadores inmigrantes son especialmente vulnerables a ser explotados, a no tener voz ni una protección adecuada, al igual que las personas con discapacidad y los mayores de 45. Es por ello que la Fundación Adecco ha decidido hablar en esta ocasión de uno de los colectivos olvidados en el mercado laboral: los mayores de 45.
Cumplir 45 años o más en la actualidad trae consigo una barrera que determina la inclusión o exclusión de las personas activas a la hora de acceder a un puesto de trabajo, el mantenimiento del mismo o las expectativas de promoción dentro de un empleo.
Hoy en día se están creando nuevos puestos de trabajo pero las personas que cumplen una determinada edad tienen un difícil acceso a estas ofertas de empleo. Paralelamente se ha consolidado un paradigma que ha terminado convirtiéndose en una práctica habitual: prejubilar a los trabajadores a partir de los 55 años. Esta práctica apoya, en consecuencia, la idea de que el trabajador merma su capacidad productiva una vez alcanza esa edad, y por ello el empleador no ve motivos suficientes para continuar invirtiendo en la cualificación o formación del empleado.
Por todo ello la Fundación Adecco ha participado junto con Ceoma y la Comunidad Autónoma de Madrid en el estudio “El trabajo más allá de los 50” con el objetivo de encontrar una alternativa a este fenómeno que adquiere matices estructurales en nuestra sociedad. La igualdad o no discriminación por razón de edad es un asunto que ocupa y preocupa a nuestra Fundación, de ahí que apueste por la creación de de nuevas fórmulas para aprovechar y desarrollar las competencias profesionales de las personas mayores de 45 años.
Además, la Fundación Adecco ha comenzado a elaborar un estudio de opinión dirigido a los directores de recursos humanos de las empresas de la Comunidad de Madrid. El objetivo es el de conocer la situación actual de los trabajadores de edad, la opinión que versa sobre estos trabajadores y sobre la prolongación de su vida activa, evaluar las medidas puestas en marcha y los resultados obtenidos a la hora de retener a estos trabajadores dentro de las
empresas y si se ha facilitado la contratación de nuevos trabajadores en esta franja de edad, así como las medidas a poner en marcha para incrementar el ratio de los trabajadores mayores de 45 años.
En España la tasa de empleo en la franja de los 55 a los 64 años es de 43,1 puntos porcentuales, frente al 69,3 de la media europea. En el último decenio, la población española ha crecido en cerca de 5.000.000 de personas pero la población menor de 25 años se ha reducido en casi 1.200.000 personas, según el INE.
Una de las consecuencias de esta situación es una mayor esperanza de vida, siendo las mujeres españolas las que poseen el índice más alto de toda la Unión con 87 años de media. Así como la evidencia de que cada vez somos más viejos y el sistema de pensiones requiere de más recursos, por lo que la población activa y potencialmente activa va a ser de mayor edad que en la actualidad y el impacto que va a tener en el crecimiento del sector de la dependencia justifica la idoneidad de los mayores de 45 años para poder atender la oferta laboral no cubierta. De ahí la importancia de reeducar a las empresas e instituciones en el paradigma de que el trabajador de edad no es una desventaja sino una fuente de ventajas y oportunidades que concilia eficiencia económica y social.

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