viernes, 25 de enero de 2008

Trabajadora independiente: cómo lograrlo y no morir en el intento

No todos tenemos la capacidad, o las ganas, de trabajar en una empresa, cumpliendo horarios, soportando a un jefe cero idóneo, pero con ganas de mandar. En fin, creo que el mundo laboral se divide entre los trabajadores en relación de dependencia y los emprendedores, aquellos valientes que se animaron a estar a un lado, un poquito, del sistema.

Claro que existen otros tipos de trabajadores, los free-lance, los teletrabajadores, que no cumplen horarios y se sienten más libres en sus decisiones. Aunque sí dependen de que alguien les quiera firmar un contrato, o a lo sumo continuar dando trabajo.

Si te sentís cansada de compartir días enteros con personas que nada tienen que ver contigo, que no te respetan, que no te dejan crecer, es el momento de cambiar y dar el gran salto; y así ser tú misma tu propio jefe. Claro que la incertidumbre estará rodeándote un tiempo, hasta que te establezcas y puedas conformar la empresa de tus sueños. Con altos y bajos, por supuesto.

Para comenzar un emprendimiento de forma independiente -esto es: trabajo por proyecto, consultaría, trabajo free-lance, negocio propio- se requiere de: objetivos claros, planificación, energía, perseverancia, proyectarse hacia el futuro, autonomía, autoconfianza, creatividad y, siempre, una actitud positiva.

Todas estas aptitudes, aunque parezca poco, suelen ser el principal impulso para empezar a ser otra, en este caso, una trabajadora más libre.

Teletrabrajo: el futuro está llegando

El trabajo ya no es lo que años atrás. Antes era común que una persona trabajase toda su vida en una empresa, hoy estar más de cinco años en una se ha transformado en una utopía. Tampoco los contratos son los mismos, hoy no aseguran la continuidad y así el empleo se hace cada vez más inestable. El crecimiento abismal que vivió la tecnología ha proporcionado nuevas formas de trabajo.

Las TIC?#8364;™s (Tecnologías de la información y la comunicación) se han instalado en la vida cotidiana, lo cual devino, entre otras cosas, en una nueva modalidad de trabajo, en la que la tarea se realiza a distancia: el teletrabajo.

Esto, a su vez, da lugar a la “oficina móvil”, siendo fundamentales herramientas la computadora portátil y el celular. A su vez existen varios tipos de trabajadores: los que desempeñan sus tareas desde sus casas, manteniéndose ligados a una compañía en relación de dependencia; y aquellos que descubrieron que pueden trabajar por su cuenta sin necesidad de instalarse en la oficina de una empresa, lo cual implica realizar las tareas en la comodidad del hogar, en un bar o desde lo deseen.

Las empresas que más aplican esta modalidad son las que se dedican a los servicios, mientras que las constructoras, los comercios y los hoteles, necesitan de la presencia física de los empleados, por lo que sólo pueden implementar este sistema en algunos cargos gerenciales. Las actividades independientes que se desarrollan más comúnmente son, entre otras, las asesorías, el diseño gráfico, los estudios de mercado y los relevamientos de datos.

Esta especie de panacea que ofrece el teletrabajo es, en principio, la posibilidad de realizar las tareas en el hogar, yendo a la oficina de forma esporádica, o incluso nunca, lo que permite una mayor disponibilidad del propio tiempo y la posibilidad de estar más en contacto con la familia, o con las cosas que a cada cual le interesen.

Puede que esta modalidad acarree algunos inconvenientes, como: el progresivo aislamiento, la tendencia a trabajar en cualquier momento (no distinguiendo el límite entre ocio y trabajo), y los problemas derivados de no poseer contratos claros con el empleador.

Pero esta nueva forma de trabajo ha dado la posibilidad a las mujeres de poder ocuparse de su familia, acomodánsose sus horarios. Sin embargo, un informe sobre el empleo, de enero de 2001, de la Organización Internacional del Trabajo reveló una “brecha digital de género” donde las mujeres están poco representadas en los empleos relacionados con las nuevas tecnologías (esto es en países desarrollados y en vías de desarrollo).

Por ejemplo, al dedicarse al teletrabajo las mujeres corren el riesgo de que sus ocupaciones laborales sean invisibles al igual de cómo ha sucedido por años con las tareas domésticas, y de esta manera sus derechos como trabajadoras se ven truncos, con pagas mínimas, pocas posibilidades de desarrollo y mejora en su oficio o profesión y ninguna seguridad social o de .

Asimismo, este tipo de trabajo no trae aparejado un cambio en la división familiar de las labores cotidianas: los hombres continúan evitando las tareas domésticas y las mujeres siguen haciéndose cargo de más tareas que implican entre una doble o triple carga. El futuro llegó, el empleó cambió y las mujeres nos estamos adaptando, como siempre.

Internet en el trabajo: del uso laboral al personal

Mientras que por un lado Internet es una herramienta muy útil para trabajar, por el otro representa una amenaza a las empresas por el indebido uso que le dan sus empleados. Ya en varios países esto representa un problema, porque un gran porcentaje del personal dedica varias horas de trabajo a usar el correo electrónico o a navegar en páginas web por motivos personales.

Antes se abusaba del teléfono, aunque su control era más fácil, pero la incorporación masiva de las nuevas tecnologías de la comunicación hizo que el correo electrónico y la navegación por páginas web sean las pérdidas más importantes de tiempo útil de trabajo.

Por esta razón muchas empresas, en busca de mejorar la productividad y prevenir usos dudosos del e-mail o Internet, controlan hoy las máquinas de sus empleados. Como toda herramienta que se incorpora a una compañía Internet, el correo electrónico o los programas de mensajería instantánea, requieren una etapa de educación previa. Esto es así porque el mayor problema que trae aparejado el uso deficiente de estos recursos es el aumento de los costos fijos. Otra de las consecuencias ocultas es la disminución en la productividad.

Por ejemplo, el uso incorrecto del e-mail además de colaborar con la saturación del ancho de banda de los enlaces digitales de la empresa puede resultar perjudicial también para su imagen corporativa; esto es así cuando un empleado usa la dirección de su empresa para enviar mail con chistes racistas o pornográficos o incluso cadenas de ayuda a desconocidos.


Existen aplicaciones que generan una lista con el tiempo que se pasa en una dirección de la web, mientras que otras analizan las direcciones de mail con las que se mantienen relaciones más asiduas. Cuando se toman estas medidas, se lo puede hacer de dos maneras: controlando al empleado sin decirle nada o simplemente controlarlo y poner en sus manos -o en una cartelera- los resultados del control. Se recomiendan las cuestiones preventivas que las punitivas, ya que no causan un enfrentamiento con el empleado, y a su vez lo mantienen al tanto de su condición.

Es un hecho ya que todos los empleados con acceso a Internet en la oficina navegan en ocasiones por cuestiones personales. Puede ser que comiencen buscando información relacionada con el trabajo, pero a medida que pasan de un link a otro por las páginas web, terminan en sitios que tienen que ver más con sus intereses personales que laborales.

La solución es simple y radica en que los empleados deben ser más equitativos entre el uso personal de la Web y las tareas habituales en el trabajo, para así no afectar la productividad, la moral o los resultados de la compañía.

Cómo conseguir el trabajo soñado

Trabajar de los que nos gusta, estar en el ambiente adecuado a nosotros, tener posibilidades de crear y de progresar (económica y profesionalmente), en fin, conseguir el trabajo ideal, es la meta de muchas personas.

Esto requiere emprender un camino difícil, en ocasiones obstaculizado, pero no por eso imposible. No hay nada mejor que trabajar en un ámbito donde todos nuestros sueños se vayan cumpliendo a medida que vamos creciendo como profesionales.

Todos en algún momento de nuestras vidas llegamos a estar en la encrucijada de quedarnos en el empleo que nos garantice una entrada económica estable o elegir encarar un emprendimiento o puesto laboral perfecto, que tenga que ver con nuestros talentos y motivaciones.

Pero pasa que muchas veces el miedo nos lleva a quedarnos donde estamos, y no pasamos a ese lugar que en realidad anhelamos. El problema es que esta elección, o no elección, nos predispone a padecer trastornos psicosomáticos. La frustración cobra protagonismo en nuestra vida, y el sueño de hacer eso que queremos se transforma en una utopía.

A continuación conoceremos algunas sugerencias para lidiar con estos miedos y dificultades que todos debemos afrontar en el ámbito laboral.

Antes que nada tener bien en claro qué se quiere. Aunque parece algo obvio, no lo es. Muchos jóvenes no saben con claridad qué quieren, y por eso es fundamental detenerse un instante a reflexionar que nos gustaría hacer, bajo qué condiciones laborales nos gustaría trabajar (en relación de dependencia o de forma independiente), etc. Porque cuanto más clara sea la imagen de nuestro deseo, más confianza y energía se sentirá y así será más fácil poner manos a la obra.

Luego hay que actuar y comprometerse con uno mismo. Es decir, comprometernos a cumplir con lo encarado. Se recomienda diseñar un plan de acción, como: mandar currículums, concertar entrevistas, conversar con profesionales del ámbito de nuestro gusto e insisitir. De esta manera, se irá adquieriendo de forma gradual confianza y un gran deseo de querer concretar.

Otro consejo: hay que motivarse. Por ejemplo, leer biografías de líderes, estrellas del espectáculo, deportistas, etc., para así conocer las dificultades que atravesaron para llegar al éxito profesional. Eso nos da valor e ideas de cómo enfrentar nuestro sueño.

Por último, se debe tener en cuenta la insistencia. Nada se da de la noche a la mañana. La perseverancia es fundamental; quien persevera, triunfa.

martes, 8 de enero de 2008

Cómo enfrentarse a una entrevista de trabajo

1. Introducción


La entrevista de trabajo es un punto culminante en el proceso de búsqueda de empleo. El objetivo de la misma es obtener un puesto de trabajo, por lo que deberás saber "vender" tu candidatura a la empresa demostrando que tus aptitudes, conocimiento, habilidades y experiencia son las idóneas para ocupar la vacante.

El contexto de la entrevista es claramente diferente cuando ésta se produce tras una contestación a un anuncio, o tras el envío de una candidatura. En el primer caso, el contexto en el que se desarrolla la entrevista está marcado por la competencia, y en ella deberás demostrar al seleccionador no sólo que encajas perfectamente con las necesidades de la empresa, sino que lo haces mejor que los otros candidatos.

Por otro lado, cuando la entrevista se convoca tras una candidatura espontánea, la relación es mucho más igualitaria, marcada por un intercambio de información, ya que si el entrevistador ha fijado una cita se debe a que le ha llamado la atención la calidad de tu candidatura.

2. Estructura de una entrevista

Independientemente del tipo de entrevista utilizado, el entrevistador te evaluará en una serie de áreas determinadas, incidiendo más en unas u otras en función de la actividad y el puesto para el que requieren una nueva persona.



Repasar: Antes de acudir a la entrevista será interesante que hayas repasado los datos y detalles que figuran en tu currículum, con el fin de poder responder con soltura a las cuestiones que te vayan planteando durante la entrevista.

Primera evaluación: El desarrollo de la misma incluirá seguramente una primera evaluación de tus conocimientos, comprobando tu itinerario académico, el porqué de tu elección, así como tu grado de satisfacción alcanzado y tus proyectos de estudio futuros, si los hubiera.

Trayectoria profesional: Seguidamente se abordarán las cuestiones relacionadas con tu trayectoria profesional hasta el momento, las prácticas que hayas podido realizar, los contratos que hayas podido tener, las funciones que has desempeñado, etc. Trata de hablar sobre resultados específicos en lugar de limitarte a describir tus experiencias laborales.

Motivación: Además, durante la entrevista el/los interlocutor/es de la empresa tratarán de pronosticar tu rendimiento potencial en la misma, valorando tu grado de motivación. En ocasiones, una buena motivación puede subsanar deficiencias de formación o de experiencia.

Autoevaluación: Por último, para cerrar la entrevista, seguramente te pidan realizar una autoevaluación, para que reflexiones sobre tus puntos fuertes y débiles, con la intención de establecer tu grado de conocimiento y satisfacción personal, tu sinceridad, nivel de seguridad y de confianza en ti mismo.
3. Cómo preparar la entrevista

Es importante que acudas a la entrevista con las ideas claras sobre tus objetivos profesionales, de forma que sepas explicar los fundamentos de tu elección, por qué has escogido solicitar un puesto en esa empresa y no en otra, por qué quieres desarrollar tu carrera en una pyme o en una gran empresa, o por ejemplo, por qué habiéndote formado como abogado, quieres dedicarte a la empresa y no al ejercicio libre de la profesión.

Las empresas valorarán mucho el hecho de que vayas informado sobre sus actividades, sus directivos, sus productos y marcas, sus competidores o sus clientes, algo que podrás preparar recopilando información en prensa, en Internet o solicitando información directamente a la propia empresa.

4. Preguntas más frecuentes

Te indicamos a continuación algunas de las preguntas más habituales en los procesos de selección de las empresas. Un amplio número de ellas son abiertas, en cuyo caso tendrás que contestar de manera ordenada y precisa, pensando siempre en resaltar las cualidades que mejor corresponden al puesto de trabajo ofrecido.



¿Cómo supo de nosotros?
¿Qué sabe de nuestra empresa y qué aspectos le gustaría conocer en mayor profundidad?
¿Por qué quiere trabajar con nosotros?
¿Qué espera de este puesto de trabajo?
¿Por qué ha elegido este sector de actividad para desarrollar su carrera profesional?
¿Qué cree que podemos aportarle profesionalmente?
¿Qué puede aportarnos a nosotros?
¿Qué salario quiere percibir?
¿Estaría dispuesto a viajar o a trasladarse a otro lugar?
¿Cuáles son sus objetivos profesionales a medio/largo plazo?
¿Prefiere trabajar en equipo o individualmente? ¿Por qué?
¿Qué es para usted lo más importante de un empleo?
Hábleme de su carrera
¿Piensa continuar estudiando?
¿Cómo se defiende en inglés/francés?
¿Cuáles son sus puntos fuertes y sus puntos débiles?
¿Cuál es su mejor cualidad y su peor defecto?
¿Cuáles han sido sus éxitos o realizaciones más destacadas?
¿A qué dedica su tiempo libre?
¿Qué espera usted de la vida?
¿Tiene alguna pregunta?
Las preguntas que tú hagas al entrevistador deberán estar relacionadas de alguna manera con la empresa y el puesto a cubrir. A menudo, las preguntas que formules serán más importantes para el entrevistador que las que él te haga a ti.

5. Consejos útiles



Asegúrate del lugar y de la hora de la entrevista, así como del nombre de tu entrevistador;

Sé puntual. Si por alguna razón de peso sabes que vas a llegar tarde, comunícaselo cuanto antes a la persona que te va a entrevistar;

Cuida tu indumentaria e higiene personal. Viste de manera correcta, de acuerdo con tu personalidad, pero sin ser demasiado informal o extravagante;

Lleva dos o tres copias de tu CV. y asegúrate de que podrás justificar todos los elementos del mismo;



Durante la entrevista:

Saluda a la persona que te va entrevistar con su nombre, mirándole a los ojos, y apretándole la mano;

Da una imagen de naturalidad y de confianza en ti mismo al entrar al despacho del entrevistador. Adopta una postura relajada, sin exagerar;

Cuida tu comunicación no-verbal. Procura no manifestar timidez, tensión, nerviosismo, agresividad, impaciencia o dudas;

Abstente de fumar aunque seas fumador y te lo ofrezcan;

Mantén la atención en todo momento. Un aparente desinterés en algún momento de la entrevista se puede asociar al puesto de trabajo e incluso a la propia empresa;

Convence a tu interlocutor de tus cualidades y demuéstrale tu interés y entusiasmo por trabajar en su empresa;

Recuerda que en la primera entrevista, lo más importante es el puesto de trabajo al que quieres acceder y no el salario, ni las vacaciones y permisos;

Preparar tu entrevista de trabajo

1. Introducción

Tras escribir el currículum, dejarlo en una web de empleo y diseñar la carta de presentación, llega la hora de la entrevista.

Hasta la entrevista, la planificación de la búsqueda de empleo se centra en el trabajo "de puertas adentro". Escribir currículos, escoger empresas o introducir tus datos en una página web describiendo tu perfil es una tarea que puedes hacer sentado frente a un ordenador personal. Pero cuando superes con éxito todas estas etapas, llegará el momento en que tengas que enfrentarte a un seleccionador; es decir, de salir a la realidad del mundo laboral, la empresa que demanda un puesto.

Aquí van algunos consejos.

2. Adecúa tu imagen

Si has enviado una carta de presentación, ésta habrá hecho las veces de tarjeta de visita, pero no por ello debes descuidar tu imagen física ni escatimar energía en mejorar la impresión que hayas causado.

Por lo tanto, el primer punto es la puntualidad: llegar tarde a la primera cita no es buena señal. Localiza con tiempo el lugar al que te diriges y el camino para llegar. Calcula el tiempo que puedes tardar y sal con algo de adelanto. Si crees que vas a encontrar dificultades para encontrar el lugar, consigue un plano o revísalo antes de salir. No olvides llevar apuntada la dirección y un teléfono de contacto; toda precaución es poca.

Al igual que al escribir tu currículum y la carta de presentación, debes tener en cuenta al receptor, la empresa que te recibe. Adecua en lo posible tu imagen a lo que se espera para el perfil al que aspiras. Cuidado; eso no significa que tengas que traicionarte a ti mismo: mantén tu estilo, en lo posible, y muestra cierta flexibilidad. Por supuesto no todos los puestos requieren el mismo esmero en el atuendo. Simplemente, dedica un par de minutos a pensar en ello y actúa en consecuencia, con la moderación como premisa. Si eres aceptado, ya tendrás tiempo de demostrar cómo eres.

La premisa de acudir limpio y aseado a la entrevista no sobra por obvia, ya que cuidar de tu imagen también significa ser previsor: una mancha a destiempo justo antes del encuentro puede dar al traste con él. Evita "situaciones de riesgo", sin ser obsesivo, y localiza una tintorería "por si las moscas".

3. Aporta más información

Aunque la empresa ya tenga referencias tuyas, lleva siempre contigo copias limpias de tu CV. Podrás ampliar la información que les remitiste o explicar pormenorizadamente tu proceso formativo o profesional.

Además de esto puedes preparar algo más de información, que sirva de apoyo al CV. Párate a pensar cuáles son tus mayores capacidades y aptitudes, tanto profesionales como personales, y qué puntos fuertes puedes resaltar en la entrevista. Conviene armarse de bolígrafo y papel para tomar notas antes y después: pueden serte útiles en el momento menos esperado.

Quiénes se dedican a la selección de personal saben que lo importante no es siempre el currículum, hay que ver a la persona que está detrás.

Después de tomar las medidas necesarias para dar una imagen adecuada o una buena primera impresión en la entrevista , queda demostrar lo que somos. En ello estará la clave de nuestro éxito.

4. Investiga la empresa

En primer lugar conviene tener claro cuál es el perfil que se requiere y cómo es la empresa a la que acudimos: esta precaución nos ahorrará un precioso tiempo y la empresa lo agradecerá. Además se pueden evitar así situaciones incómodas o frustrantes para ambas partes. Un poco de investigación en la red nos permitirá encontrar algunos datos sobre el sector al que nos dirigimos y con un poco de suerte la propia empresa se definirá en su web corporativa. Algunos portales de empleo como Monster.es ofrecen incluso la posibilidad de conocer de cerca la empresa demandante a través de webcast, una ventana de vídeo que muestra una entrevista a directivos y un perfil de la entidad.

Una vez comprobado lo que demanda la empresa sólo queda demostrar que se lo podemos dar.

5. Transmite tu valía

Normalmente, las empresas no buscan sólo una persona con conocimientos, sino sobre todo con aptitudes. No es casualidad: los conocimientos se pueden adquirir, sin embargo las aptitudes son mucho más difíciles de asimilar. Se es o no se es. Para el entrevistador conocer esas habilidades es el objetivo ya que no se suelen incluir en el CV.

Estas aptitudes, actitudes y habilidades son lo que en Recursos Humanos se llaman valores intangibles, y que están muy relacionados con la archi-nombrada inteligencia emocional (Goleman). Pero ¿cuáles son las más requeridas, las que la mayor parte de las empresas busca en los candidatos?

Si tuviéramos que definir a una persona "entera", podría decirse que esa descripción forma parte fundamental del perfil más solicitado hoy en día. La entereza, la madurez, la coherencia, la capacidad de empatía, la capacidad de socialización, la responsabilidad, la capacidad de adaptación, la responsabilidad, la amabilidad y el civismo son algunos de los caracteres que definen ese perfil. Si a esto le añadimos elementos de márketing y empresa como la capacidad de identificación y entusiasmo con un proyecto, el corporativismo o la imagen de marca y aptitudes para el trabajo en equipo así como una considerable dosis de iniciativa, innovación y creatividad, tenemos el perfil completo.

Dejemos que el CV muestre nuestros conocimientos y durante la entrevista demostremos que todos estos conceptos no nos son ajenos. Si somos capaces de transmitírselo al entrevistador, estaremos más cerca del puesto.

Cómo tener éxito en la elección de una oferta de trabajo

1. Cómo tener éxito en la elección de una oferta


Aun cuando hablar de situación de pleno empleo en este país, para algunos, pueda parecer cuando menos precipitado, los expertos coinciden en que todos los indicadores económicos apuntan a ello.

La realidad es que encontrar trabajo es más sencillo en estos momentos que hace tan sólo dos años y, además, no es extraño tener dos ofertas encima de la mesa a un mismo tiempo. El mercado laboral cada vez evoluciona más rápido; podemos hablar de una progresiva globalización, la introducción de las nuevas tecnologías: correo electrónico, Internet, etc…todo ello obliga a una respuesta cada vez más rápida, pero ¡cuidado! No nos precipitemos, no queremos equivocarnos en la elección de una oferta de trabajo. Seguro que todos podemos recordar con relativa facilidad el caso de algún conocido que en su día cambió de trabajo y que, pasados los primeros momentos, pronto se dio cuenta de que “aquello no era lo que esperaba”.

2. Por tanto, la cuestión es: ¿qué debemos hacer antes de aceptar una oferta de trabajo?

Por tanto, la cuestión es: ¿qué debemos hacer antes de aceptar una oferta de trabajo?

En nuestra opinión, en primer lugar debes tener en cuenta la solidez del proyecto que se te presenta: años de antigüedad de la empresa en el mercado, cuota de mercado, nivel de facturación y riesgos a los que se enfrenta en la actualidad. También sería interesante saber quiénes son sus accionistas, solidez del plan de negocio y plan comercial.

No hay que olvidar tampoco conseguir información sobre el equipo directivo y equipo de trabajo. Lo ideal sería que pudieras conocer personalmente a compañeros, jefes y colaboradores, si los tuvieras. Son personas con las que vas a compartir experiencias de trabajo y debes ser capaz de respetar personal y profesionalmente. Conseguir información sobre su bagaje puede ser representativo.

Otro punto a tener en cuenta es la cultura de la compañía y estudiar hasta qué punto encaja con tu propia escala de valores. Debemos de tener en cuenta qué tipo de organización es, jerárquica o no, cómo se lleva a cabo la toma de decisiones y qué es lo que más se valora: creatividad, independencia de criterio, flexibilidad, trabajo en equipo, etc. Es importante que investigues el valor que la empresa concede a las personas como individuos profesionales.

También es importante saber qué importancia concede la organización a la formación y si tiene previsto planes de promoción para la posición que se te oferta y, sobre todo, hasta qué punto dependerá de ti el poder promocionar.

Llegado este punto debemos referirnos a la descripción de la posición y compensación económica asignada. En ocasiones, no es tan importante la retribución inicialmente pensada para el puesto como lo que para un futuro se haya pactado. Investiga si se tiene previsto un plan de futuro para el puesto en este sentido.

Y ¿qué hay acerca de las futuras salidas laborales? ¿cómo valora el mercado de trabajo a antiguos empleados de la empresa? Si se trata de una organización de prestigio en su sector, ello sin duda facilitará tu posterior desarrollo.

Por último, compárala con otras ofertas. Pero, en definitiva, cuanta más información consigas sobre la empresa, mejor. En este caso, “El saber no ocupa lugar y, además, te va a posicionar”.

No obstante, antes de finalizar nos gustaría hacerte partícipe de una confidencia, fruto de nuestra experiencia en el sector: la oferta perfecta, por sí misma, no existe. Está en tus manos, sin embargo, el conocerla lo mejor posible para abordar con ilusión su contenido, evitar decepciones y, con el tiempo, hacer del día a día de tu trabajo “el proyecto de tu vida”.

Cómo organizar tu búsqueda de empleo

1. Introducción

La mayoría de las personas se encuentran desorientadas cuando se enfrentan a una búsqueda de empleo. Es importante que no descartes ninguna de las posibilidades de búsqueda de empleo a las que puedes acceder ya que por remotas que parezcan, pueden resultar efectivas.

2. Redacción del CV y la Carta

Puedes comenzar por la redacción del currículum: debes diseñar un currículum claro que aporte la información necesaria para su valoración en la primera fase del proceso de selección; no olvides fechas, empresas, puestos ocupados, funciones desempeñadas, idiomas… y sobre todo aquellos aspectos que pueden aportar un valor añadido a tu candidatura frente a otros candidatos.



A pesar de tener un modelo de currículum es importante que lo adaptes a cada oferta de empleo, potenciando y resaltando aquello que posees y mejor se ajuste al puesto.



La carta de presentación también es relevante. Aunque existen diversos modelos de cartas, lo más importante es: destacar el tipo de puesto por el que te encuentras interesado; referencias, si existiesen; y un breve resumen de tu trayectoria profesional. No olvides cuidar la presentación.

3. Análisis de necesidades y de mercado

Antes de proceder a enviar tu candidatura, primeramente debes realizar un análisis de las condiciones laborales que estás dispuesto a aceptar: horario, tipo de contrato, salario, lugar de trabajo, desplazamientos… así como tipo de organización que te interesa, responsabilidades que estás dispuesto a asumir, cultura empresarial etc.



También debes analizar la situación del mercado laboral. Es necesario buscar información sobre la situación económica general, estado del sector empresarial al que te diriges y los requisitos demandados por las empresas para los distintos puestos.

4. Factores a considerar

A pesar de ello debes ser consciente de que encontrar empleo depende de dos factores:



- Factores externos que no se pueden controlar: limitaciones de la oferta, situación del mercado de trabajo, posibles crisis económicas, etc.



- Factores internos que sí se pueden controlar: formación, tiempo y estrategias de búsqueda de empleo.

5. Medios recomendables

Algunos de los medios de búsqueda de empleo que puedes considerar a la hora de comenzar a envíar tu candidatura son:



- Red de contactos personales: es muy importante comentar a tu círculo de amistades y familiares que estás en situación de búsqueda de empleo, y que puestos de trabajo son de tu interés. En muchas ocasiones las posibilidades de conocer a las personas adecuadas para poder concertar una entrevista y poder acceder a una proyecto profesional interesante están más cerca de lo que creemos.



- Colegios profesionales: Si accedes al colegio profesional de tu licenciatura podrás utilizar el servicio de bolsa de empleo en la cual los contactos y procesos de selección que te pueden aportar estarán muy relacionados con tus intereses profesionales.



- Bolsas de empleo: existen de diversa índole; por sectores, privadas, públicas, en Cámaras de Comercio, Masters, cursos de postgrado…. En la mayoría de ellas debes concertar una entrevista para definir con los respomsables de estas bolsas de empleo, tu orientación laboral, intereses profesionales…



- Webs de empleo: en la actualidad existen muchas webs especializadas en las que se apoyan tanto empresas finales como consultoras de recursos humanos para realizar el reclutamiento de sus procesos de selección. Podrás buscar ofertas profesionales en función de categorías profesionales, empresas de un determinado sector, provincias… y lo que es mejor existe la posibilidad de recibir diariamente ofertas profesionales en tu email para responder a aquellas que te parezcan más interesantes.


- Prensa especializada: la mayoría de los periódicos de tirada nacional incluyen los fines de semana un suplemento específico de empleo en el que las ofertas que se publican están totalmente actualizadas y además la mayoría de estos suplementos incluyen dirección de correo electrónico para que puedas envíar tu currículum de una forma más rápida.


- Ofertas proactivas de candidaturas: además de responder a ofertas de empleo, puedes enviar tu currículum de manera proactiva al departamento de recursos humanos de las empresas que consideres más interesantes y en las que pienses que tu historial profesional puede aportar un valor añadido.



- Consultoras de recursos humanos: cada vez más, las grandes empresas tienden a externalizar los procesos de selección mediante este tipo de compañías. A estas organizaciones también te puedes dirigir, tanto de manera proactiva para participar en diversos procesos de selección, como respondiendo a una oferta concreta.



- Headhunters: Si actualmente ocupas una posición de dirección, es adecuado que contactes con empresas de headhunting para que sean estos profesionales quienes te orienten en tu búsqueda y te puedan ofrecer posiciones que sean realmente interesantes para ti y adecuadas a tu nivel de responsabilidad actual.

6. Seguimiento

Es importante llevar un registro de todas las ofertas a las que estás contestando y todas las empresas y consultoras a las que envías tu currículum para poder realizar un seguimiento, así como personas de contacto, teléfonos de interés y otros datos que puedan ser importantes si avanzas en alguno de los procesos de selección.



Una buena labor de búsqueda de empleo es importante para que el tiempo transcurrido en encontrar un nuevo proyecto profesional interesante no sea demasiado extenso.



Los resultados que obtengas del envío de tus candidaturas, serán también un indicador de tus fortalezas y tus debilidades, que te permitirán completar tu currículum o mejorar alguna de tus habilidades para acceder a una determinada posición.



Buscar trabajo requiere tiempo y dedicación, es importante no bajar la guardia y afrontarlo de forma positiva para garantizar posibilidades de éxito. ¡Animo!.

Buscar empleo en Internet

1. Un lugar para investigar


La búsqueda de empleo puede convertirse en una investigación, y en la red de redes puedes encontrar todos los recursos necesarios para llevarla a cabo eficientemente.

Algunos de los recursos más útiles en la búsqueda de empleo son los sitios especializados, que responden a temas específicos. Por ejemplo, las asociaciones profesionales y otros grupos ofrecen información profesional muy valiosa a cualquier interesado, no sólo a sus miembros.

Estos sitios pueden ser excelentes para recopilar información y contactos útiles en la búsqueda de empleo, tanto si es una organización sectorial, como si es un grupo que ayuda a emplear a un segmento particular de población, tales como mujeres empresarias, discapacitados, grupos étnicos o raciales, o trabajadores a tiempo parcial.


2. Un nido de especialistas

Multitud de asociaciones profesionales y especialistas en carreras profesionales están online en todo el mundo, proporcionando información de empleo y de sectores concretos. Encontrarás sitios en los que puedes formular tus preguntas y recibes contestación online o mediante correo electrónico. También hay listas de correo a las que puedes suscribirte y que te permiten comunicarte con gran cantidad de gente interesada en el mismo asunto que tú y donde puedes encontrar expertos en el tema. Te puedes suscribir a una lista o varias y preguntar, ampliar contactos y de este modo estar al día e informarte sobre tu área de interés.


3. Un mundo por conocer

También puedes participar en conferencias en la red o foros y hacer llegar tus preguntas, peticiones, preocupaciones, currículum, solicitud de empleo y demás, a través de tablones de anuncios electrónicos, a los que la gente puede responder directamente. En definitiva de lo que se trata a través de toda esta investigación es de:

Conocer mejor a quién te diriges. Por eso, debes reunir información sobre la empresa, el sector y la zona.
Descubrir ocupaciones viables y sectores que responden a tu perfil a través de sitios gubernamentales, sectoriales y revistas sectoriales online que ofrecen descripciones detalladas de diferentes profesiones mediante artículos, estadísticas y bases de datos.
Explorar las posibilidades de empleo y calidad de vida de una ciudad o región determinada accediendo a los sitios de viajes y de información general.
Investigar las empresas en las que te gustaría trabajar accediendo a las páginas de la compañía y haciendo averiguaciones sobre ella en bases de datos de empresas.
4. Herramientas para la autoayuda

Pero en la búsqueda de empleo no sólo se trata de conocer el sector o la empresa a los que te diriges, también es necesario que te conozcas a tí mismo. Algunas organizaciones de pruebas de autoevaluación ofrecen sus servicios online para ayudarte a evaluar tus propias habilidades, intereses y puntos fuertes de forma que puedas enfocar mejor tus metas profesionales.

Del mismo modo, ofrecen consejo online a candidatos o personas que buscan su primer empleo.

Así, pronto averiguarás que hay algunos principios básicos a tener en cuenta cuando se busca trabajo y se planifica la carrera profesional a través de la red:

Conócete a ti mismo y haz una auto-exploración en la red.
Consulta fuentes de autoevaluación y centros de empleo; lee entrevistas informativas; busca consejo a través de asociaciones profesionales, correo electrónico, listas de correos y tablones de anuncios. Muchos de estos recursos pueden ayudarte también a planificar tu trayectoria profesional y habilidades para buscar empleo tales como:
la forma de escribir tu currículum y cartas de presentación,
preparación de entrevistas,
aprender el vocabulario propio del negocio, y
normas de conducta de diferentes profesiones.
5. Más rápido, más barato, más ...

Internet permite un acceso a la información rápido, sencillo y barato. En el caso de la información sobre ofertas y demandas de empleo, el valor se multiplica puesto que el acceso a la misma se ha caracterizado hasta el momento por todo lo contrario. De hecho, hasta ahora la búsqueda de empleo suponía para los candidatos grandes esfuerzos en realización de currículos, y un gasto considerable en fotocopias, sobres, sellos y desplazamientos. En las empresas, se acumulaban los currículos y antes siquiera de empezar el proceso de selección, había sido necesaria una larga criba.

Hoy día, 30 minutos en una página web de empleo como Monster.es, y por lo tanto apenas 1 euro en la cuenta telefónica, te pueden bastar para hacer llegar, no sólo uno sino varios currículos a un número ilimitado de empresas demandantes, y todo, de forma instantánea. Del mismo modo, las empresas en busca de candidatos pueden acceder a un número ilimitado de currículos como el tuyo, a cualquier hora del día, los 365 días del año.


6. ... directo, personalizado

No tienes que esperar ya a que tu currículum llegue a ellas, ni que los medios tradicionales como la prensa, publiquen tu oferta, sino solo teclear en la ventanilla del url las palabras mágicas y buscar en alguna de las webs de empleo existentes. Además existen herramientas en páginas como Monster.es que te ahorrarán incluso la búsqueda: una vez introducido tu currículum puedes crear un agente que seleccionará las ofertas que coincidan con tu búsqueda y las enviará a tu dirección de correo electrónico. Al final, el ahorro de tiempo es de un 40 por ciento para la empresa y del doble para el candidato, según un estudio realizado por Usandiaga y Asociados.


7. Una brújula para orientarte

Pero los portales de empleo no son sólo una ventanilla de acceso a ofertas y demandas, sino un auténtico centro de orientación, en el que puedes leer artículos referidos a asuntos laborales o realizar consultas a expertos. En este sentido van tomando forma servicios referidos a la orientación formativa o al asesoramiento legal. Algunas webs ya cuentan con asesores que responden personalmente las dudas del usuario y hacen aún más fácil su inserción laboral.


8. Una ventana abierta

Además, gracias a los sistemas ideados por las webs de empleo, tanto candidatos como empresas pueden guiar su búsqueda y presentarse a la otra parte. Así, se pueden buscar candidatos que obedezcan a un perfil determinado. Por tu parte, puedes conocer de antemano las empresas a las que te presentes y saber en mayor medida si el puesto que estas ofrecen coincide con lo que tú puedes dar. Es decir, se ha logrado un proceso "a la carta", inigualable hasta el momento, al menos en lo que a efectividad y rentabilidad se refiere.

Y las ventajas económicas de estos procedimientos son indiscutibles tanto para las empresas como para los candidatos, puesto que reducen otros costes como el de adaptación. Así, los agentes, en el caso de los internautas, o los filtros de capacidades, en el caso de las empresas, permiten seleccionar características como los márgenes salariales, las competencias o la disponibilidad.


9. Nuevos métodos

Entre los ejemplos de vanguardia de estos métodos, se encuentra un producto que está ofreciendo Monster.es a las empresas: el webcast. Detrás de esta nomenclatura híbrida se esconde una idea que por su simplicidad, está enamorando a los equipos de recursos humanos del viejo continente: se trata de colgar en la web vídeos en los que las empresas se presentan a los candidatos a modo de entrevista. En apenas 10 minutos un directivo puede explicar cómo se estructura su empresa, cuáles son sus objetivos, qué ofrece y cuál es su línea. Junto a la pantallita de vídeo se desgranan en otro cuadrante, esquemas y diagramas que completan la explicación oral. Finalmente, y como colofón, la imagen ofrece una visita virtual en las oficinas de la empresa. El producto resume en sí la filosofía de las webs de empleo: interactividad, transparencia informativa, rapidez y sobre todo, efectividad comunicativa. Y todo esto, desde la silla de tu ordenador. ¿Se puede pedir más?


10. Una salida más

Al final, habrás localizado profesionales del sector, del negocio y empresas de selección de personal a través de sus respectivos sitios en la Red, correo electrónico, tablones de anuncios y listas de correo. Habrás aprendido más sobre sus negocios y sobre sus propias oportunidades, ampliando tus contactos y "persiguiendo" a las personas que te interesan.

Habrás deducido, entre otras cosas, que la clave para mejorar tu búsqueda de empleo online es entender cómo ser activo y eficiente en tu investigación y que uno de los aspectos más satisfactorios de usar la red es su exploración. Sé sistemático y recuerda que la información está esperándote, y que es importante encontrar un equilibrio entre establecer un calendario y atenerse a él. Benefíciate de la recompensa desconocida que te espera detrás de otros nexos entre sitios de la red. Al final sólo nos queda decirte: ¡Suerte en tu búsqueda!

Cómo escribir cartas de presentación

1. Introducción

La carta de presentación resume las intenciones, cualificaciones y disponibilidad a un posible jefe, de forma sucinta y sugerente. Es tu primera oportunidad para producir una buena impresión. Una carta personalizada indica que uno se toma en serio su búsqueda de empleo. El CV puede dar detalles de fechas, lugares de trabajo previo y educación, pero la carta de presentación debe estimular al lector a dedicarle al remitente más tiempo cuando se está enfrentando a cientos y miles de candidatos para un puesto de trabajo vacante.

2. ¿Son realmente necesarias?

¡Por supuesto! Al igual que tú nunca te presentarías en una empresa sin llamar a la puerta, tu CV nunca debería aparecer sobre la mesa de un responsable de selección sin carta de presentación. Esa es tu primera oportunidad para presentarte, exponer tus cualificaciones y mostrar que eres un candidato potencial para el puesto anunciado.

Una carta de presentación resume nuestras intenciones, nuestras cualificaciones y nuestra disponibilidad a entrar en una empresa de forma sucinta y sugerente. Es nuestra primera oportunidad para dar una buena impresión. Una carta personalizada puede decir mucho de tí mismo, indica que nos tomamos en serio la búsqueda de empleo. De hecho, mientras nuestro Currículum Vitae (CV) ofrece detalles de fechas, lugares de trabajo previo y educación, la carta de presentación debe estimular al lector, el responsable de selección, a dedicarnos más tiempo que al resto.

3. Personalízalas

Cualquiera puede reproducir una carta de presentación estándar y sentarse a esperar lo mejor. En vez de eso, invierte unos minutos en personalizar tus cartas demostrando así que te tomas en serio el trabajo selección. Señala la razón por la que estás interesado en trabajar para esa compañía en particular. Menciona un departamento de esa empresa o un nuevo proyecto en el que está involucrada; demuestra que has hecho "tus deberes". Dirige la carta a un individuo en concreto siempre que sea posible.

4. Qué decir

Las cartas de presentación deberían ser claras e ir al grano. Menciona el puesto de trabajo específico, dos o tres razones por las que tu experiencia te hacen ser el candidato adecuado y un breve resumen de tu carrera profesional hasta la fecha. Es el lado humano de una serie de datos profesionales como es el currículum.

5. Resalta tus puntos fuertes

Puedes ser una gran persona y ser el más dispuesto, pero los contratadores necesitan saber realmente por qué deberían considerarte para ese puesto. ¡Presume un poco! Proporciona unos cuantos datos, presenta cualidades en las que destaques, informa sobre los logros de tus trabajos precedentes y actual para impresionar. ¿Ventas internacionales que han crecido un 93%? ¿Has negociado nuevos préstamos financieros?

6. Explica tus motivos

Si esperas que un responsable de recursos humanos o de selección de personal distinga la razón por la que le estás enviando tu CV en medio de un amasijo de información, estás perdido. Por eso debes destacar en negrita o de alguna otra forma tus objetivos y tus aptitudes.

7. ¿Qué te hace diferente?

Haz énfasis en las habilidades, talentos y experiencias que muestren como contribuirías al equipo. Si tienes una experiencia como profesional o voluntario destacable puedes incluirla brevemente. Por ejemplo, un contable que ayuda como tesorero voluntario en una ong local; un representante de ventas internacional que ha vivido en Europa y Asia y habla varios idiomas.

8. No cites lo negativo

Nunca menciones conflictos personales con jefes anteriores, contenciosos pendientes, o comentarios sarcásticos en tu carta de presentación. Si hablas mal sobre tu actual lugar de trabajo, los entrevistadores pueden temer que esto se repita si te contratan.

9. ¿Hablamos de dinero?

La regla de oro general es incluir pretensiones salariales y/o historia salarial en la carta de presentación si el posible empleador lo requiere. Por ejemplo, "mis pretensiones salariales son entre 3.000.000 y 4.000.000 ptas., negociables". O bien, "mi salario actual es de 5.500.000 ptas. en la empresa XYZ S.A". Eliminar esta información puede dar como resultado que tu CV acabe en la basura. Sin embargo, no lo incluyas en el CV, sólo en la carta.

10. Hazte localizable

Asume un papel activo en tu carta de presentación. Señala el hecho de que estás disponible para una entrevista personal; proporciona tus números de teléfono de casa, del trabajo, del móvil y dirección de correo electrónico donde puedas ser localizado; menciona que harás una llamada de teléfono de seguimiento, cuando sea posible, para proporcionar cualquier información adicional.

11. Sé claro y conciso

Una carta de presentación y CV escritos de forma profesional pueden ponerte un peldaño por delante en la escalera de la carrera profesional, así como abrirte las puertas de una nueva trayectoria en un campo diferente. Una presentación limpia, sin errores, combinada con una redacción sólida y hechos claros animarán al lector a revisar el CV adjunto y a llamarte para una entrevista.

Define tu proyecto profesional

1. Claves para reorientarse

Es un hecho frecuente cuando se quiere reorientar una carrera profesinal adoptar como primera medida la búsqueda de empleo sin una previa identificación de objetivos profesionales y personales.

Esta tarea, que podría parecer baladí, puede resultar frecuentemente la clave, primero para considerar primero si será positivo cambiar de trabajo y en función de esa respuesta saber qué hacer. Se trata de saber contestar a preguntas que volverán a surgir más adelante: ¿Quién eres?, ¿Qué quieres hacer?, ¿Qué puedes hacer? o ¿En qué puedes trabajar?

El objetivo que persigues al definir tu proyecto profesional es evaluar tu formación y tu experiencia e identificar tus cualidades y capacidades para valorar si las estás poniendo realmente en práctica y si te estás realizando en el tu práctica profesional.

Esto te permitirá conocer de manera óptima tu personalidad y perfil laboral, de la misma forma que orientará eficazmente una posible búsqueda de empleo, seleccionando salidas susceptibles de ser idóneas para un profesional de tus características.

2. ¿Quién soy?

Al contestar a esta pregunta definirás los grandes rasgos de tu personalidad y dirigir tu carrera en función de tus aspiraciones. Esta reflexión te será muy útil durante la entrevista de trabajo.

ALGUNAS DE LAS PREGUNTAS QUE TIENES QUE SABER CONTESTAR:

¿Cuáles son mis ideales profesionales?
¿Cuáles son mis necesidades personales?
¿Me gusta trabajar en equipo?
¿Me adapto fácilmente a los cambios?
¿Me gusta viajar?
¿Soy una persona objetiva?
¿Me gusta expresar mis opiniones?
¿Cuáles son las cualidades que más valoro en los demás y cuáles los defectos que más me molestan?
¿Cuáles son mis mejores cualidades y mis peores defectos?
3. ¿Qué quiero hacer?

Al contestar esta pregunta estás expresando tus aspiraciones profundas, sin tomar en cuenta, todavía, las restricciones impuestas por tus propias circunstancias y las del mercado laboral. Esta parte, aunque puede parecer un tanto utópica, te ayudará a reconocer tus deseos reales y a definir los grandes ejes de tu proyecto.

ALGUNAS PREGUNTAS QUE TIENES QUE HACERTE:

¿Quiero desempeñar mi actividad profesional en…?
¿Cuáles son los sectores que más me interesan?
Prefiero trabajar en:
España
el extranjero
una empresa
una institución sin ánimo de lucro
una entidad pública
una empresa pequeña, una mediana o una grande
una empresa española
una empresa extranjera en España
una empresa muy estructurada
una empresa de estructura familiar, etc…
4. ¿Qué puedo hacer?

Este será el momento para escribir el inventario exhaustivo de todo lo que has hecho hasta el momento actual:

las actividades formativas que has desarrollado y tus títulos.
las actividades profesionales, las tareas desempeñadas y los logros conseguidos.
las empresas por las que has pasado.
los conocimientos y bienes conseguidos en el desarrollo de tu carrera.
Al escribir estos datos estarás haciendo un primer borrador de tu currículum vitae.

5. ¿Dónde puedo trabajar?

Hecho todo esto podrás evaluar en qué tipo de trabajos y qué tipo de empresas podrías encajar. Incluso podrás considerar si eres apto para autoemplearte. Una vez evaluado todo podrás decidir si merece cambiar de empleo o incluso de profesión y lanzarte a conseguir tus objetivos, sea con más formación o sea con un cambio de empresa o de tareas.

La edad y el trabajo

1. ¿Es un inconveniente?

¿Es la edad un inconveniente a la hora de encontrar trabajo? ¿O por el contrario debe valorarse las aptitudes que confiere la experiencia?

Empresas, sectores y la propia sociedad adoptan distintas posturas ante la edad en el trabajo.

La mayoría de las empresas piensan que la edad sí es un gran inconveniente en la búsqueda de trabajo, así lo entiende al menos Carlos del Cerro, Consejero Delegado de MRI-Humana. En cambio, en otros lugares no se suele ser tan radical. En Asia, por ejemplo, la edad se considera un valioso atributo, ya que implica experiencia y sabiduría. En China, a muchas personas se las califica de Tesoros Nacionales por su edad.

A pesar de ello, los jóvenes siguen considerando a la gente mayor menos atractiva, menos activa y menos vital. Actualmente, el mensaje que se quiere transmitir está claro: "Ofrece una imagen joven, actúa de forma joven e intenta que nadie adivine tu verdadera edad". Y esto es lo que persiguen con verdadera ansiedad los mayores de 40 años que buscan empleo.

Sin embargo, ser joven también tiene sus desventajas y existen puestos especialmente diseñados para aquéllos recién salidos de la universidad.

Hay empleos con sueldos que no podrían mantener a una familia con hijos. Pero también existen puestos para los que no se exige una edad determinada y para los que lo importante es encontrar a alguien verdaderamente rentable para la empresa. Para estos últimos, la experiencia, la energía y el entusiasmo del candidato es en realidad lo que cuenta.

2. Experiencia

Lo importante de la experiencia no es tanto lo que se ha hecho en el pasado o lo que se ha conseguido hasta ahora, sino la autoconfianza que se desarrolla cuando uno ha vivido determinadas situaciones de empresa.

Se trata de que los conocimientos que posees te ayuden a reconocer posibles peligros o riesgos, así como la forma de evitarlos, de modo que se emplee la mínima cantidad de energía y recursos para conducir a la empresa hacia sus objetivos.

Se trata también de saber reconocer los puntos fuertes y débiles de uno mismo y saber cómo recompensar los débiles y reforzar los fuertes, para lograr alcanzar el máximo rendimiento.

Significa que el empleado potencial no debe sólo demostrar profesionalidad en su área funcional, sino que puede entrar en una compañía que no le dará tiempo -o le dará el mínimo- para aprender qué debe hacer para conseguir los resultados esperados. Esto es lo que significa tener una experiencia útil. Para alcanzarlo algunos necesitan años y otros muy poco tiempo.


3. Energía

La gente joven tiene energía. A veces no se aprovecha debidamente, ya que, entre otras ilusiones, muchos jóvenes creen que su caudal de energía no tiene límite.

Por el otro lado, a cierta edad la persona tiene suficiente energía para realizar toda su jornada laboral (que muchas veces alcanza unas 12 ó 14 horas), viajar y cumplir con otras obligaciones del trabajo, y aún tener más para ofrecer a su familia y amigos, entonces esta persona tiene suficiente energía para el puesto de dirección más exigente.

Además, es importante saber conservarla, utilizando la delegación: delegando trabajo a aquellos que pueden realizarlo o a quien deba hacerlo para su desarrollo personal en la empresa.


4. Entusiasmo

No debe infravalorarse la euforia y la alegría que emana de uno mismo al contemplar el futuro con éxito. Se trata del deseo de probar nuevas experiencias, aprender nuevas cosas y, sobre todo, no temer equivocarse. Es contagioso. Inspira a los demás a unirse en la actividad.

Y demuestra cómo puede convertirse el potencial de una persona en una realidad cuando se combinan esfuerzo e imaginación.

Éstas son las tres cualidades más importantes que un candidato puede ofrecer, sin importar la edad que tenga. Darse cuenta de que estos son los requisitos esenciales y creer en ello eliminará la discriminación existente contra la gente de edad.

5. Evitar la discriminación

Desde el Gobierno: "Nadie debe ser discriminado en razón de su edad, porque no es cierto que no se pueda aprender pasados los 50 años, o que la experiencia no constituya un gran valor, ni que exista una cantidad fija de trabajo, ni que los mayores deban dejar sitio a los trabajadores fuertes, porque una economía fuerte y estable necesita el trabajo de todos", según el presidente del Gobierno, José María Aznar en el seminario La Seguridad Social: Una parte de la Historia de España, donde se conmemoró los 100 de la Seguridad Social en nuestro país.

Se centró en una propuesta que permitiese que los trabajadores mayores de 65 años pudieran elegir si deseaban seguir trabajando. Con esta medida se pretende aliviar el envejecimiento de la población española. Otras medidas son:

Programas de formación y reciclaje a la población activa mayor de 45 años
Medidas fiscales que primen a las empresas que formen y contraten a estos trabajadores…
6. Luchando por la integración

En España hay más de dos millones de parados, y la izquierda política y sindical considera prioritaria su colocación frente a la prolongación legal de la edad laboral. La edad media de jubilación en España es de 62,5 años (retroceso motivado por las prejubilaciones). La caja única de la Seguridad Social no peligra, siempre que se crezca por encima del 2,5% de forma sostenida.

Por su parte, el Círculo de Empresarios propone, en el documento El estado de bienestar: las bases del problema, recortar las prestaciones sociales y retrasar la vida laboral (la cifra más mencionada son los 70).

Todos coinciden en que la formación es clave.

Tipos de curriculums

Los tipos de CVs

1. Introducción



No cabe duda de que la evaluación de un currículum va a depender de los requerimientos del puesto a cubrir al que vaya dirigido, sin embargo, puede haber algunas normas generales comunes a todos.

Es necesario diferenciar el currículum tradicional de los on-line, cada vez más utilizados en los procesos de selección.
2. El CV on line

En estos existen claras ventajas:

• El formato es predefinido y permite concretar la información.
• Algunas webs ofrecen la posibilidad de realizar hasta cinco tipos diferentes de formatos adaptados a las necesidades de cada usuario conforme a los puestos a los que opta y permiten la estandarización y la posible comparación rápida de perfiles.

Sin embargo algunas de las desventajas son:
• la falta de creatividad y
• el excesivo esquematismo al que se ve ceñida la información.

3. El CV tradicional

En cuanto a los currículos tradicionales, de la misma manera que cuando tomamos contacto por primera vez con una persona lo primero que nos llama la atención es su aspecto físico, a la hora de leer un currículum, lo primero que llama la atención son aspectos relacionados con el orden, organización por áreas, esquematización, síntesis, etc.
Es necesario que la apariencia sea pulcra, clara y concisa. La diferenciación por apartados debería estar acorde con lo que más peso tenga en la trayectoria de una persona. Por ejemplo, si nos encontramos ante una persona en la que el peso específico de su currículum se centra en su trayectoria, debería presentar en primer lugar esto y no los cursos de postgrado que haya podido realizar, ya que estos aparecerían en un segundo plano.
Es importante que se resalte lo más claramente posible los aspectos esenciales, de tal manera que cuando un seleccionador lea ese currículum le llamen la atención los "titulares", como si leyera un periódico, que le faciliten una idea inicial aproximada de lo que luego investigará después.

4. La trayectoria profesional

La imagen física es importante, pero cuando nos metemos de lleno en su lectura hay que diferenciar aquellos currículos con o sin experiencia profesional. Siempre que exista una trayectoria profesional este será el área más importante a investigar. Si nos encontramos ante un currículum cronológico, es decir, en el que aparezcan desde y hasta cuando se ha ocupado una posición determinada, habrá que tener en cuenta que no existan espacios en blanco en los que no esté justificada una inactividad.
Por otro lado y quizás como aspecto más importante, se valorará el hecho de que haya sido una trayectoria ascendente, tanto en categoría profesional, como en amplitud de funciones y campo de responsabilidad, como en tipo, sector o dimensiones de empresa. No sería positivo apreciar dos puestos similares, en empresas similares y con las mismas responsabilidades en periodos superiores a un año, ya que se puede considerar como reflejo de un escaso crecimiento y desarrollo profesional.

Cómo tener un CV siempre a punto

1. La urgencia del imprevisto


Nunca se sabe cuándo alguien puede pedirte toda tu vida laboral por escrito: de repente tu organización lleva a cabo una fusión por sorpresa y tu posición se ve amenazada, o puede aparecer un contacto que tenga posibilidades interesantes que ofrecer.

Esto llevaría, incluso a un experto, más de un día para preparar algo adecuado, así que considéralo como un trabajo a realizar de antemano y con tiempo

La buena noticia es que, de alguna forma, es más fácil crear un CV que refleja una dilatada carrera, que lo que sería para un joven licenciado: tienes una trayectoria y has adquirido unos conocimientos y una experiencia.

2. Consejos básicos

En la mayoría de los casos es posible crear un currículum genérico que cubra todos los aspectos, y después añadir pequeños detalles y una carta de presentación enfocada de forma diferente, dependiendo de a quién vaya dirigida. El objetivo es crear un escrito dinámico que anticipe las necesidades del lector y que genere interés, sin tener que contar absolutamente todo.

MI consejo es que se utilice la forma de expresión particular y seguir el propio instinto.

Se supone que hay reglas aceptadas internacionalmente, pero todo eso también ha cambiado desde que se escribieron los libros. Yo he preparado CVs para casi todos los lugares de este mundo, incluidas Fiji e Islandia y la única guía que he utilizado es hacer el texto tan universalmente comprensible como sea posible, teniendo en cuenta que algunas naciones y profesiones favorecen la trayectoria académica, otras valoran resultados o experiencia y en algunas circunstancias lo importante serán los conceptos y los métodos.

La gente madura puede permitirse descartar o reducir el énfasis de los trabajos iniciales y en los de menor peso profesional, o resumirlos brevemente si ayudan a perfilar un retrato de su evolución. Sus CV no estarán estructurados ni cronológicamente ni por funciones, sino de ambas formas. Será una narrativa, lo que significa que hay una historia que se cuenta. Una historia que empieza en el pasado, continua en el presente y que tiene implicaciones en el futuro. El fin es crear algo esmerado, breve, vivo, informativo y efectivo que alcance su objetivo y genere interés.

3. Más consejos

A menudo hay inclusiones en un buen currículum que son legítimas y que la gente ignora lo efectivas que pueden llegar a ser. Algunas veces yo inserto citas de evaluaciones de rendimiento o de cartas de recomendación, que pueden ser tan convincentes como una lista de cifras de ventas.

Otras veces agrupo información sobre un tema en particular. Por ejemplo, si alguien se quiere cambiar al mundo del comercio electrónico desde el de la venta de software, analizo su carrera, sus estudios, sus aficiones incluso, para encontrar argumentos que puedan sustentar su deseo de ser capaz de contribuir al comercio electrónico. Y ¿cómo hacerlo? Algunas veces sólo hay que usar palabras clave, que muestren un conocimiento de ese campo. Puede ser tan eficaz como unos estudios académicos o experiencias concretas.

Un CV se leerá mejor si evitas encabezamientos estándar tales como PERFIL, OBJETIVO o RESUMEN. Yo prefiero no hacer encabezamiento alguno en este punto porque es obvio que el documento es un CV. Los términos CARRERA o PROFESIÓN, son unos términos vagos que te permiten detallar cualquier aspecto: formación, habilidades, enfoque, logros, tus intenciones, las tecnologías que manejas… todo lo que pueda impresionar al lector.

Cuando la carrera profesional de una persona es muy fuerte en términos narrativos, yo resaltaría ese aspecto más que el de los atributos profesionales, que pondría en la página 2 y abreviados. Una carrera fuerte significa haber ocupado puestos de importancia, haber trabajado en empresas punteras, tener experiencia en tecnologías de vanguardia.

Lo importante es que te sientes y que trabajes en la elaboración de tu CV ahora mismo, mejor antes de que lo vayas a necesitar, de forma que tengas preparados unos cuantos diseños posibles, enfoques, frases y expresiones que REALMENTE EXPRESEN quién eres y lo que puedes ofrecer.

4. Ejemplos - A

Problema
Edad: 45 años; enfrentándose al desempleo; nivel medio de cualificación; 18 años de trabajo en la misma compañía ocupando diferentes puestos incluyendo gestión de producción, ingeniería de procesos, logística, alguna incursión en informática, mucha experiencia en gestión de grupos. Todos los trabajos que ve demandan experiencia comercial relacionada con desarrollo de negocio y estrategia de ventas, pero su currículum vitae carece de eso….

Solución
Olvidarse de los cargos concretos que ocupó y utilizar un estilo de escritura que minimice el impacto de estos y que dirija la atención a los papeles que desempeñó y al DESARROLLO de su carrera profesional. Asegurarse de que cada sección se refiera a algo más que al departamento concreto en el que trabajó. Ilustrar las conexiones, sinergias, relaciones con socios comerciales, impacto de su trabajo en el desarrollo de producto y calidad, medidas tomadas para conseguir reducciones de costes y mejoras de eficiencia, cómo ha ayudado su estilo de dirección a reducir el absentismo y mejorar la productividad e iniciativa.

En otras palabras, conviertir su CV en un sutil mensaje que implique, sugiera, valide y pruebe que su contribución al éxito comercial del negocio ha sido enorme. Mostrar que entiende que hay nuevos puestos emergiendo en el mundo laboral y que el equipo es el futuro, pero nunca usar frases directas y obvias para hacerlo. Dejar en la mente de la persona que lee el CV la impresión de ser una persona que está muy al día y que, de hecho, inventó la reingeniería de procesos de negocio de principio a fin. Utilice la carta para impulsar este mensaje de una forma animada, que no repita ninguna información, pero que resuma de las implicaciones en términos de sus posibles logros futuros.

Nunca uses expresiones como "responsable de…", "buenas habilidades de comunicación…" y demás expresiones manidas que los encargados de selección de personal están cansados de leer, aunque estas ideas estén siempre presentes entre líneas.

5. Ejemplos - B

Problema
Profesional de recursos humanos, vive en un entorno de jerga de especialistas y preocupada por no tener experiencia suficiente para aspirar a un puesto de Director de Recursos Humanos; preocupada por el hecho de que la clasifiquen como generalista, administración, formación, desarrollo, centro de evaluación y selección de personal; ya no se puede ver claro el contexto en el que ha estado trabajando y cómo su colaboración ha ayudado a modelar una organización.

Solución Para cada trabajo hay que volver a lo básico y hacerse las siguientes preguntas:
¿Cómo era la organización cuando me incorporé y cuáles eran sus sistemas y estructuras?
¿Qué procesos de cambio tuvieron lugar y qué aspectos fueron creados, planificados, coordinados e integrados por mí?
¿Cuáles fueron los resultados y cómo era esa organización cuando la abandoné?
Usando esta metodología como base del CV, terminarás sugiriendo, sin tener que decirlo explícitamente, que fuiste una impulsora de un cambio de organización que hizo mella en los resultados y cultura de empresa para la que trabajaste. Y no sólo lo consiguió una vez, sino que lo hizo en diferentes escenarios y que podría llevarlo a cabo de nuevo. Cuando llegues a la entrevista se tratará de hablar de lo que se necesita hacer y de cómo lo harías, NO de si estás preparada para ello…

Cómo crear un curriculum sin experiencia

¿Demasiado joven?

La gente joven necesita presentar su juventud como una ventaja más que como un inconveniente. Así que considera qué aspectos de tu juventud podrían ser puntos positivos. Por ejemplo, quizás estés dispuesto a trabajar con un salario menor, o a aceptar tareas menos deseables, a trabajar más horas o en horarios menos convenientes, o a realizar otras actividades que otro trabajador más experimentado no haría. Si es ese el caso, hazlo constar.

Debes ser consciente de que muchas empresas prefieren contratar gente con experiencia y habilidad demostrada en la ejecución de trabajos relacionados con el puesto que tienen que cubrir. Sin embargo, la gente joven que se sabe presentar convenientemente pueden ser mejor considerados que otras personas con mejores credenciales.


2. ¿Falta de experiencia?

La gente joven, incluidos los recién titulados, a menudo tienen dificultades para conseguir los trabajos que desean ya que, a menudo, se emplea a gente con más experiencia. En este caso, debes hacer hincapié en tu capacidad de adaptación que sustituiría la falta de experiencia. Una vez más, un resumen de habilidades sería tu mejor carta de presentación. Por ejemplo, resaltar habilidades tales como "el trabajo duro" y "aprender rápidamente" podrán impresionar al seleccionador de personal lo suficiente como para considerarte por encima de trabajadores con experiencia.

Deberías también pensar en la posibilidad de mostrarte dispuesto a aceptar condiciones difíciles o menos deseables como una forma de entrar en un campo y adquirir experiencia. Por ejemplo, afirmaciones tales como "dispuesto a trabajar noches y fines de semana" o "dispuesto a viajar o cambiar de residencia" podrían abrir algunas posibilidades atractivas para una empresa.

También deberías buscar cualquier actividad pasada que pudiera ser aceptable como experiencia y hacer énfasis en ella. Podrás incluir trabajo voluntario, responsabilidades familiares, educación, formación, experiencia militar, o cualquier otro asunto que se pueda presentar como una actividad legítima que refuerce tu capacidad de hacer el trabajo que se propone.

3. ¿Recién titulado?

Si te has titulado recientemente, probablemente estás compitiendo con aquellos que tienen un nivel de educación similar pero mayor experiencia laboral. Si no tienes mucha experiencia relacionada con el trabajo que deseas, obviamente deberás hacer énfasis en tu formación o titulación reciente. Esto podría incluir una mención específica de los cursos a los que has asistido u otras actividades relacionadas más directamente con el trabajo que buscas ahora. Los recién titulados necesitan ver su proceso de aprendizaje como equivalente al trabajo. De hecho, es el tipo de trabajo que requiere autodisciplina, ejecución de variedad de tareas y otras actividades que son muy similares a las requeridas en muchos trabajos.

En caso de que hayas aprendido una serie de cuestiones relacionadas directamente con el ejercicio del trabajo que deseas llevar a cabo, deberías presentarlas en un resumen de capacidades, de la misma forma que presentarías experiencias laborales en un resumen cronológico. También te sugerimos que comentes si estás familiarizado con las nuevas tendencias y técnicas en tu campo y que puedes aplicar estas habilidades en el nuevo trabajo desde el primer día. Ya que si tienes la experiencia reciente de estudiar y aprender temas nuevos, podrás aprender rápidamente lo relacionado con el puesto de trabajo.

La mitad de los españoles optaría por el teletrabajo

1. Una realidad en Europa

La encuesta que periódicamente realiza el portal de empleo Monster revela que el 34,63% de un total de 8.000 europeos consultados trabaja desde casa, un porcentaje que entre los encuestados en España se reduce a un 25,69%.



De acuerdo a este sondeo, España está entre los países europeos con menos teletrabajadores, sólo por encima de italianos, con 19,09%, y de los franceses, donde el 20% trabaja desde casa.



La encuesta demuestra que al 57,20% de los españoles consultados les gustaría que su empresa les ofreciera esta opción, mientras que en Europa sólo el 36,35% de los empleados que no tienen la oportunidad de trabajar desde casa desearían hacerlo. Alemania está a la cabeza de la cultura del teletrabajo, donde casi el 40% de los ciudadanos que han participado en la encuesta lo ejerce y piensa que es la mejor elección.

2. Internet y teletrabajo

El 45% de los ciudadanos de la Unión Europea es usuario de Internet, por lo que resulta lógico que la alternativa de trabajo desde casa esté aumentando en Europa en la medida en que crecen los hogares con acceso a Internet. Sin embargo, el teletrabajo tiene tantos partidarios como detractores. Los primeros destacan entre sus ventajas el ahorro de tiempo y la posibilidad de conciliar vida familiar y laboral, mientras que su detractores se lamentan de que se pierda la vida de la oficina y el contacto con los colegas.



Actualmente, solamente en el Reino Unido existen casi 35 millones (**), el 59% de la población británica, de usuarios de Internet (según datos de Marzo de 2004), por lo que no es ninguna sorpresa que un 27% de británicos trabajen ya desde el hogar y que un 51% adicional admita que aunque su empresa no les ofrezca esa posibilidad preferirían trabajar a distancia. Sin embargo, uno de cada cinco holandeses consultados confiesa que aunque trabaja desde casa esta situación ocasiona más problemas que ventajas, percepción que es compartida por el 27% de los suecos. En España, menos del 4% de teletrabajadores que han participado en la encuesta consideran que trabajar desde el hogar tenga más desventajas que beneficios.



3. Valoraciones

Para Pedro García-Cano, Director General de Monster.es “es cierto que las nuevas tecnologías están creando nuevas tendencias en el ámbito laboral y el teletrabajo es una de ellas, pero éste debe adaptarse a las características propias de cada empresa. Por este motivo es importante que las empresas determinen sus necesidades y las del puesto concreto para decidir si el teletrabajo es una opción conveniente. Lo ideal es tener en cuenta tanto la rentabilidad para la empresa como las necesidades personales del empleado, para conciliar vida profesional y familiar”.

4. Resultados

La pregunta que se planteó fue: ¿Trabajas desde casa?



Resultados en España:



57,29%
(165
Votos) -
No – Me gustaría que mi empresa mi ofreciera esta opción


22,22%
(64
Votos)-
Sí – Es una buena manera de trabajar


8,68%
(25
Votos)-
No – Mi empresa no ofrece esa posibilidad, pero tampoco la quiero


8,33%
(24
Votos)-
No – Existe esa opción en mi empresa, pero prefiero ir a la oficina


3,47%
(10
Votos)-
Sí – Pero para mí tiene más inconvenientes que ventajas




















Resultados en Europa:



36,35%
(3030
Votos) -
No – Me gustaría que mi empresa mi ofreciera esta opción

19,90%
(1659
Votos)-
Sí – Es una buena manera de trabajar

15,28%
(1274
Votos)-
No – Mi empresa no ofrece esa posibilidad, pero tampoco la quiero

13,73%
(1144
Votos)-
No – Existe esa opción en mi empresa, pero prefiero ir a la oficina

14,73%
(1228
Votos)-
Sí – Pero para mí tiene más inconvenientes que ventajas

Cómo elegir la formación más adecuada

1. Una inversión necesaria


La creciente competitividad y la internacionalización del mercado son factores clave para un fenómeno que ha irrumpido con fuerza en nuestro país: la necesidad de obtener formación a través de un máster. Una necesidad cada vez más patente para los profesionales y empresarios españoles que, en en el caso de los primeros invierten gran parte de sus ahorros en reciclarse o mejorar sus competencias y en el de los segundos llegan a pagar a sus empleados una parte o el coste total de una acción formativa.

2. Criterios de elección

Los cambios tecnológicos y organizativos del mercado imponen una constante necesidad de formación encaminada a liderar y gestionar las empresas y ahí es donde comienza la labor de las escuelas de negocio, fundaciones y universidades, que también se han apuntado al carro de los máster. En España, ya son más de 80 las instituciones los imparten.

La dificultad reside, por tanto, en saber elegir el programa adecuado. Para ello se deben tener en cuenta algunas claves:

que ofrezcan, al menos 500 horas lectivas,
que se realice un riguroso proceso de admisión,
que la escuela entreviste personalmente a los candidatos y
que ofrezca una bolsa de trabajo.
Por último, es vital que el claustro tenga reconocido prestigio y esté, de algún modo, en contacto con la empresa. También es importante considerar las últimas tendencias que se vislumbran en los máster de un tiempo a esta parte:

el aprendizaje a través de la red de Internet o e-learning y
la gestión de competencias en la empresa que, en poco tiempo, ha conseguido desbancar a la gestión empresarial.

Mucho líder y poca pasión

. La autenticidad se vende muchísimo mejor



Érase una vez un tenista, que en su etapa profesional, no tenía rivales en eso de ganar partidos, la verdad es que cualquier set disputado, tenía asegurado, como mínimo la emoción y el divertimento; fue un número uno, incluso más allá de su prodigiosa técnica, y entonces , sólo le tapaba otro gran rival, un tal Ivan Lendl, soso y algo prepotente, que también era muy bueno, pero que nunca, consiguió emocionarnos tanto.

Estoy hablando de John McEnroe, rubito con cara traviesa, conserva aún su sonrisa a lo garfield y al parecer sigue en el circuito como veterano y sigue disfrutando con eso del tenis. Pues bien, según este excampeón “los nuevos tenistas corren más, se entrenan de forma más compleja, pero deberían copiar a Nadal, demostrando sus emociones y expresándose mejor”, si nos creemos al maestro, nuestros ejecutivos y directivos deberían también correr más, emocionarse con mayor frecuencia y relacionarse mucho mejor de lo que lo hacen .

Estoy convencido que en un mundo cada vez más competitivo, la autenticidad se vende muchísimo mejor, probablemente porque no existe un sistema ideal, para hacer las cosas y al final, entre todos y afortunadamente hemos conseguido enloquecer a esos gurús del marketing y de otras cosas, que siempre creen saber predecir antes que nosotros lo que nos hace falta.







2. Algunas conclusiones

Ahora toca aceptar, que no hay un modelo de empresario y que tampoco se llega al poder a base de titulaciones. Hoy en día, cualquier mayorista de un mercado central de consumo o incluso, los asiáticos del “todo a cien”, no necesitan otros masters, ni consejos de gurús, para hacerse ricos, más que el trabajo constante-no cierran casi nunca, la imaginación y este proverbio oriental que dice “que para abrir una tienda sólo hace falta aprender a sonreír”.

De ahí quiero sacar algunas conclusiones:
- Primera: la empresa que se adapta antes , consigue más mercado; - Segunda: el primero de la clase o el que tenía más matriculas, no obtiene más éxito que el último;
- Tercera: ser universitario no equivale a un empleo, de la misma forma que aunque conduzcas un Ferrari no puedes pasar de 120, o sea que todo se hace relativo y no tenemos garantizado ni siquiera llegar al día de mañana, esta es la cruda realidad y no permitirse el uso frecuente de la demagogia en forma de libros tipo “Como ser feliz en dos semanas....” y cosas así.

Si además, comprobamos que muchas de los productos y empresas que están en el mercado, en muchos casos, tienen poco que ver con la presunta calidad y los valores, de los que presumen, nos encontramos ante un nuevo modelo de sociedad empresarial, en el que la mediocridad, la sorpresa y a veces los malos modos, si vienen en el momento adecuado y por un medio popular tienen éxito, vean sino, la basura televisiva que compramos, y que se repite en la profunda frivolidad de la mayoría de políticos .
3. ¿Qué consecuencias tiene ,este fenómeno social en las empresas?

Y ¿qué consecuencias tiene ,este fenómeno social en las empresas?
Pues que cada vez se embrutece más el trabajo y las relaciones dentro de la empresa , hay más trabajadores pendientes de vender horas de su vida, simplemente a cambio de un salario y existen menos trabajadores que aporten valor añadido.
Además de todo esto, se está creando una brecha importante en la búsqueda de directivos realmente comprometidos, por tanto emocionales, nos faltan líderes que además de mandar sepan también dirigir y como no, en el entorno de los recursos humanos, nos falta gente que además de preocuparse de la búsqueda de personas, selección, planes de carreras, administración de nóminas, formación o relaciones laborales, pero que se moje un poco, que sepa más del negocio, que intervenga en la estrategia, que conozca las cuentas de explotación ó amortizaciones y entienda que al final todos somos clientes de algo.

El problema evidentemente son las personas, porque las empresas, los programas, los productos y las relaciones humanas, los fabricamos nosotros.

Pensando que además todo está conectado, al final descubrimos que esta fragilidad, es consecuencia de la ambigüedad que existe en la calle, mucha información, para tan poca comunicación, demasiados juguetes cuando para jugar de verdad, sólo hace falta imaginación, excesivos masters, para tan poca gente que desee simplemente hacerlo todo mejor, para ser más útil al conjunto, demasiado hablar de la creación de equipos sólo para saber a quien le echamos la culpa.
4. El papel de los ejecutivos

Parece que al fin y al cabo, todo culmine con la mera posesión de todo, los ejecutivos viven prisioneros del móvil, rebotando citas en la agenda, la mayoría caminan sin estar atentos y buscando permanentemente corazas que les aíslen de la fragilidad de las emociones, para acabar comprando relación humana, en forma de nintendos, viajes o juguetes costosos, para aliviar los fracasos o huir de su pareja.

En el trabajo acabamos poniendo precio a nuestro tiempo en vez de medir el placer de disfrutarlo y personalmente, esperamos que un libro de autoayuda adquirido a volandas en el aeropuerto, nos explique el sentido de nuestra vida, pero nadie quiere hablar de compromisos, más allá de bajar la basura.

No sé si, el Sr. McEnroe, puede darnos alguna lección de vida , con ese carácter tan visceral y auténtico , su orgullo y a menudo poca educación, pero de lo que sí estoy seguro es que prefiero los errores de la pasión , a la tristeza perfeccionista , me gusta más la verdad aunque duela , que la ambigüedad en forma de mensajes hechos, emails prefabricados o cartas de valores escritas en un hermoso cartel en la recepción de las empresas .

En las escuelas de negocio y en las universidades, debería explicarse a la gente que ser persona es mucho más importante que aprender métodos para dirigir, también podría decirse que es posible funcionar de forma ética es congruente con desarrollar un proyecto empresarial que sea sostenible y que no se elige al jefe por ser mejor, sino porque sepa encontrar lo mejor de cada uno de nosotros.

La vida laboral de muchos de nuestros directivos, no va más allá que la aplicación de determinados hábitos que se siguen rutinariamente en las empresas y que las hacen funcionar sin necesidad de que intervengan demasiado, porque lo único que se les piden a menudo es que se atrevan a innovar un poco, a fin de que puedan equivocarse y aprender, porque si no fracasas de vez en cuando es que no te arriesgas lo suficiente y sólo es posible avanzar un poco después de cometer algunos errores.

Siempre será mejor una gran dosis de pasión, que muchas cápsulas subliminales, mal aprendidas en algún seminario de ciertos teóricos que se atreven a hablar de algo que sólo han escuchado.
5. Ciertamente el mundo está cambiando

Ciertamente el mundo está cambiando y no sólo porque escuchamos el crujir de la naturaleza, quejándose por el ozono que robamos, o por las miles de barbaridades que cometemos en nombre de la economía que beneficia a unos pocos, debería existir un código más severo para los delitos contra la solidaridad, o para los que viven con el corazón dormido.

Tengo la esperanza de que algún día, exista más sensibilidad detrás de las decisiones realmente importantes y probablemente esta nueva visión nos llegará de la mano de las miles de mujeres que aspiran a compartir simplemente, las responsabilidades del poder, creo que ellas aportarán racionalidad, mucha comunicación, tolerancia y diálogo del que todos nos beneficiaremos.

Mucho más allá de los tópicos y de las cuestiones de género, me gusta la gente que muestra su carácter porque sé a lo que me enfrento y prefiero trabajar con alguien que chille de vez en cuando, pero que pierda alguna lágrima, antes de que soportar un directivo yonqui de manual, rígido y sobrado de razones, muy aplicado, con sus siglas, ya sea el MBA, el PC, sus PDA´s ó la Visa, pero que olvidó su corazón en otra cartera.

Cómo hacer una entrevista perfecta

1. Busca un aspecto correcto


Este consejo básico, tan obvio en apariencia, es quizá el que más frecuentemente queda incumplido. Para muchas personas, especialmente los jóvenes, llevar un traje sastre o una corbata. Pero, incluso para aquellas empresas que no fuerzan en sus empleados un código de vestir, cierta corrección en las vestiduras es importante, especialmente en las primeras ocasiones. Recuerda siempre que cuando vas a una entrevista de trabajo es primordial causar una buena primera impresión.

En esta sociedad las cosas siguen entrando por los ojos, y, aunque no tenga nada que ver, un primer juicio de valor siempre se hace en base al aspecto. Por ello es tan recomendable presentar siempre un aspecto pulcro, arreglado y aseado. Cuando queremos comprar algo el aspecto del vendedor nos infunde confianza o sospecha, y de ello dependerá que al final compremos o no. Pues bien, en una entrevista de trabajo vosotros sois los vendedores y el producto.

Claramente, esta imagen clásica incluye en no pocas ocasiones otros factores aparte de la ropa, tales como el pelo (su longitud, su color, su estilo) y otros complementos corporales. ¿Dónde poner el límite? Primero tenéis que conseguir el trabajo, y luego podréis preocuparos de esa otra cuestión.Una vez os hayáis integrado en la empresa, y tengáis una relación más estrecha con vuestros compañeros de trabajo, podéis empezar a transgredir un poco las normas no escritas. El respeto al que tenéis derecho sea cual sea vuestro aspecto es igual al respeto que debéis a las opiniones que los demás tengan de vosotros por el mismo. Así que, ¿por qué no dejar que se acostumbren poco a poco?

2. Conoce tu propio Curriculum

Cuando vas a una entrevista suele ser porque ya has pasado una primera criba con tu Currículum Vitae (CV), pero eso no significa que no te vayan a preguntar acerca de él. Por eso, tendrías que ir preparado para contestar a todo tipo de preguntas, incluso algunas que tienen su respuesta en el CV. Esto es muy fácil de hacer, basta con ir repasando punto por punto, con el CV delante, pensando en cómo podrías extender la información que ofreces, qué más datos pueden resultar interesantes, qué puede despertar la curiosidad del entrevistador... Ahora que empieza a implantarse cada vez más la costumbre de incluir el epígrafe "Aficiones", no deberías sorprenderte de que tu interlocutor comparta alguna de ellas, y esto puede jugar a tu favor, siempre que seas capaz de hablar inteligentemente de ella.

Piensa en todo lo que aparece escrito, ¿cómo fue la estancia en la Universidad, o en el Instituto? ¿Dónde, cómo y por qué conseguiste esas otras habilidades y/o conocimientos que no forman parte de la vida o el temario académico normal? ¿Por qué dejáste o te echaron de ese otro trabajo? ¿Qué crees que puedes aportar a la empresa? Para todo esto y más tienes que tener una respuesta. Incluso para la más desestabilizadora e inesperada de las preguntas, hecha, a menudo, con la intención de pillarte por sorpresa y tantearte un poco.
3. Habla con claridad y corrección

No es tan difícil, y en ocasiones puede incluso arreglar una primera impresión negativa. Recuerda que estamos hablando del mundo laboral, y tú estás tratando de vender una idea, la idea de que eres óptimo/a para ese puesto. Eso incluye el concepto de que sabes expresarte, y saber expresarse significa no sólo hablar con un tono claro y seguro, y con confianza (recuerda que estás sometido a un examen, pero que todas las preguntas que te hagan son preguntas de las que sabes la respuesta), sino también utilizar un lenguaje correcto. No tienes que ser refinado, ni culto, basta con ser correcto. Así como no le hablas igual a tus padres que a tus amigos, tampoco debes hacerlo con tus jefes. Las palabras coloquiales, como las prendas o complementos informales, déjalas para cuando lleves un tiempo en la empresa y conozcas hasta dónde puedes llegar y hasta dónde no con tus compañeros o superiores. Piensa que la inmensa riqueza del castellano en palabras de argot no tiene porqué ser conocida por tu interlocutor. Pero hay palabras más formales y más comunes que seguro que entiende a la perfección.

Sé también preciso, no te explayes dando información que no te ha sido preguntada. Ve siempre al punto, al quid de la cuestión. Nada de detalles vagos. Sólo se responden de forma abierta las preguntas abiertas. Pero si te preguntan algo concreto, responde algo concreto.

Por último, sé amable. Tienes que mostrar que te puedes integrar en la empresa, que vas a congeniar o que es fácil congeniar contigo, que tu entrada no va a suponer problemas de adaptación ni para tí ni para tus futuros compañeros de trabajo.
4. Controla tus gestos

Son muchas las empresas que utilizan los servicios de psicólogos o ejecutivos con un entrenamiento específico para la lectura del lenguaje corporal. Ten por seguro que todo lo que hagas en presencia de una de estas personas será analizado en detalle, desde la postura en la que te sientes hasta dónde y cómo apoyes las manos, pasando por dónde posas la mirada y cómo mueves las manos. Y todo tiene un significado.

Es normal estar nervioso/a ante una entrevista de trabajo, pero piensa no te van a preguntar nada que no sepas. Son muchos los gestos que denotan nerviosismo, pero tampoco te tienes que preocupar por eso, ellos ya saben que estás nervioso/a; buscan otras características en tu personalidad. Tienes que ser una persona segura de tí misma, y saber exactamente quién eres y qué es lo que quieres. ¿Qué más tienes que saber?

No cruces ni brazos ni piernas. Eso es adoptar una postura defensiva, parece que te tienes que cubrir de algo. Como obviamente no tienes miedo del/ de la entrevistador/a, a lo mejor temes que él o ella descubra algo que quieres ocultar. ¿Quizá en tu CV? Si eres una persona segura de tí misma no tienes miedo, si no tienes miedo no tienes que cubrirte, si no tienes que cubrirte no tienes porqué cruzar los brazos o las piernas.

Tampoco exageres tu confianza. Siéntate derecho, con la espalda recta, pues si te recuestas en demasía das la impresión de estar relajado/a, quizá exagerando para dar una impresión que no es cierta, o porque la otra persona no te inspira respeto. Nunca quedes como un/a mentiroso/a ni como un/a irrespetuoso/a.

Las manos, quietas en la medida de lo posible. Los españoles, como pueblo latino, somos dados a gesticular, y eso no es malo. Pero tampoco hace falta estar siempre con aspavientos, pues si necesitas gesticular para hacerte entender entonces es que no te estás expresando con claridad. Mantén las manos apoyadas en las piernas, o en las rodillas. No cojas los brazos de la silla, o del sillón, ni juntes las manos en tu regazo. No juguetees con nada.

Sonríe. No te quieren contratar por tu simpatía, pero si el ambiente lo permite, no tienes porqué estar serio/a. Tienes que ser una persona de fácil trato que se va a integrar en su empresa. La depresión puede ser causa de baja médica, pero ninguna compañía ha tenido que perder nunca horas de trabajo de uno de sus empleados/as por su alegría o simpatía.

Mira a tu interlocutor a los ojos. Ser tímido/a no es un delito, pero si tienes confianza en tí mismo/a, tienes que ser capaz de mirar a los ojos a la gente con la que hablas. Si miras a otro lado o mientes o tienes miedo. Ninguna de estas dos opciones te ayudará a conseguir ese puesto.

En conjunto, tienes que mostrar respeto, atención, confianza, interés, y facilidad de trato. El puesto de trabajo es importante para tí, y también lo es quien te entrevista.
5. Sé tú mismo/a

Aquí viene la contradicción. ¿No te acabamos de decir qué es lo que tienes que hacer? ¿Significa eso que todo lo que acabas de leer es mentira?

No. Tienes que hacer todo lo anterior, pero sin olvidar nunca quién eres. Tu experiencia, conocimientos o, simplemente, interés, te hacen la persona adecuada para ese puesto. Tienes que transmitir esa idea, pero en tu trabajo está siempre incluida la posibilidad de mejorar, y sólo lo vas a conseguir si te gusta lo que haces. Quien te entrevista no quiere que le des la razón como a los tontos, sabe que puede escuchar alguna respuesta que quizá no le guste del todo, pero si te das cuenta de eso, tienes que ser capaz de convencerle de que tienes la suficiente capacidad e interés para hacer que eso no represente un problema. Si estás haciendo una entrevista para un trabajo en el que probablemente vayas a estar más de dos meses, la empresa quiere saber de antemano que tú no vas a representar un problema, que tu personalidad se puede adaptar o complementar a las de los demás empleados, y eso no pueden saberlo si no les muestras antes cómo eres.

Si contentas como un robot, sin emoción, será más difícil integrarte en el grupo, y para eso siempre pueden comprar otro ordenador.

El currículo te abre las puertas

1. Lo primero que debes saber



Hay quien piensa con razón, que la comunicación escrita, puede ser más importante que la visual, porque permite imaginar al receptor sin verlo, Oscar Wilde, llegó a decir que una sola gota de tinta puede cambiar la forma de pensar de un pueblo.

Cuando escribimos nuestro Currículo Vitae (C.V.), en realidad, hacemos una carta de presentación en el mundo laboral de lo que somos y hacemos, por tanto, aún ignorando en que forma y por quien será leído, debemos cuidar su redacción, ya que es la primera imagen que se percibe, de cada uno de nosotros.

Lo primero que debes saber, es que en un currículo, es más importante el “vitae” que el “curriculo”, las empresas anteponen lo que sabes hacer, lo que quieres aprender y tu actitud, a la historia de tus conocimientos, por tanto, además de la forma, también cuentan las emociones.

2. El CV debe tener 4 partes

Teóricamente el C.V., debe tener 4 partes:

1º - Quieren saber quien eres, donde vives, como localizarte y conocer si eres el/la que buscan, por tanto, nombre, apellidos, domicilio, teléfonos, e-mail y arriba a la derecha de la hoja, un retrato, bien definido, que muestre algo tu personalidad y tus emociones, una estética correcta, bien peinado/a, imagen transparente, ojos abiertos y sonriendo, pues la sonrisa relaja y te hace más contratable.

2ª - Interesa tu historia académica, que conocimiento has adquirido y donde lo has hecho, de forma cronológica, lo último es lo primero que debes poner, estudios reglados, duración de ciclos formativos, desde que empezaste a elegir.

3ª- Tu carrera profesional, si la tienes, en el mismo orden, empezando por lo último que has estado haciendo, no te apures por los cambios, siempre que puedas justificarlos, no hace falta poner salarios y horarios, pero sí, el nombre de la empresa, función laboral y posibles referencias.

4ª - Datos complementarios, relacionados, con habilidades, formación complementaria, tus gustos, hobbies y también tus intereses, ya que todo tiene relación entre sí, si te gusta el alpinismo, asumes el riesgo, si corres maratón, conoces la soledad, si juegas a fútbol, te gusta el equipo, si eres músico, eres sensible, todo eso forma parte de tu vida y nos interesa saberlo.

Por último, siempre que dirijas tu C.V. a una oferta de trabajo, debes incluir una carta, en lo posible, escrita a mano y firmada, allí destacarás porque te crees adecuada/o a la oferta, y si puedes, convence para que te llamen a una entrevista.

Mucha gente cree equivocadamente que el C.V. es algo estático, como un formulario, pero en realidad, es la única forma que tienes de empezar un proceso selectivo de verdad, y sobre todo de llegar a la entrevista que justifique tu candidatura.

Piensa que cada persona es única e irrepetible, los que ofrecen empleo, desean comprobar que “tú” y sólo tú, eres la persona que buscan.
3. Errores que debes evitar al hacer tu currículo

Por último, algunos errores que debes evitar al hacer tu currículo:

-Nunca más de 1 ó 2 hojas, no cuentes la historia de tu vida, sé breve, completo y fácil de leer.

-Olvídate de papeles de colores, ortografía rebuscada o letra miniatura, no se trata de diseño, sólo es una tarjeta de presentación.

-Adáptalo a cada oferta, enfatiza, en tu recorrido profesional y tu formación complementaria(idiomas informática..) para adaptarlo mejor al puesto solicitado.

-Incluye siempre que puedas una carta de presentación, con alguna frase, que muestre interés por el puesto y fírmala.

-No hagas envíos masivos, selecciona las ofertas y empresas más idóneas a tu perfil.

Además de tener preparado tu Currículo, cuelga tus datos en los buscadores más importantes de Internet, tanto nacionales, como locales.

Y una cosa muy importante, confía mucho en ti y piensa si tú contratarías a alguien como tú, la actitud es lo más importante, mientras buscas, ya tienes el trabajo de buscar trabajo.

Debo cambiar de trabajo

1. Introducción


Esta es una pregunta que casi todos nos hacemos muchas veces a lo largo de nuestra vida.

Debe justificarse únicamente si el cambio supone un paso coherente en una carrera profesional.
Sólo cada uno es capaz de pensar, decidir lo que quiere ser y actuar/luchar para conseguirlo.
Debemos evitar él ¿qué va a pasar? y sustituirlo por ¿qué voy a hacer?
Planteemos un cambio de trabajo, en particular, el cambio a una compañía distinta.


2. ¿Por qué?

Periódicamente todos pasamos por momentos en que nos sentimos inquietos, desilusionados, sin fuelle. Si no estamos enfermos ni excesivamente cansados, puede ser un síntoma claro de que no estamos contentos con nuestro trabajo.


A veces, ocurre que observamos una marcha de nuestra empresa muy negativa, una reducción de actividad... o recibimos claros signos de que no estamos funcionando como se espera de nosotros. O... estamos en claro desacuerdo con la política y forma de actuar de nuestra empresa o con el trato recibido, o el enrarecimiento del ambiente o simplemente una mala relación con colegas o superiores.


Cuando ocurre lo anterior nos planteamos un posible cambio... ¿qué hacer? ¿cómo enfocarlo?, ¿debo moverme con lo que está cayendo fuera, con lo mal que está el mercado?


Normalmente cuesta tomar la decisión de cambiar por que supone vencer la comodidad, la costumbre, los pequeños derechos adquiridos... ¿luchar contra la incertidumbre y con la posibilidad de fracasar?


¿Cómo actuar para decidir un posible cambio y para, eventualmente, llevarlo a cabo?... Desde la perspectiva de un Cazatalentos, cuya misión es reclutar directivos, podemos sugerir algunas ideas tomadas de la experiencia de entrevistar a millares de candidatos y empresas:
3. Márcate objetivos

Los profesionales de éxito, sea cual sea su nivel, son aquéllos que han sabido conocer sus habilidades, aptitudes y aspiraciones y en función de ellos se han marcado unas orientaciones que les sirven de guía.

Se trata de conseguir el Equilibrio entre las aspiraciones personales, profesionales, sociales y familiares... según el orden de prioridades de cada uno.


Periódicamente, es conveniente parar, reflexionar y calibrar, si hemos de cambiar de planteamientos, si en nuestra empresa actual y en el puesto que tenemos vamos avanzando hacia nuestros objetivos o las circunstancias nos van llevando en una dirección equivocada.
4. ¿Es el momento?

Debes considerar detenidamente si ese cambio te puede ayudar a acercarte a tus objetivos personales y profesionales, dentro de la carrera que has decidido desarrollar, y por tanto si es adecuado para ti en este momento.


Las entrevistas que mantengas deben estar enfocadas a evaluar la adecuación entre las funciones del puesto y las habilidades que has desarrollado, y sobre todo, si vas a disfrutar desarrollando ese trabajo, y si encaja en tu carrera profesional.


Sin embargo, cada uno debe decidir cuál va a ser su carrera profesional, si es el momento de cambiar, por qué, cómo y a dónde. Sólo si lo hace podrá decir con certeza que dirige su carrera.
5. Preguntárselo a diario

Como nunca se sabe cuando va a llamar alguien a tu puerta, y no puede dejar de ser, en algunos momentos, más que una lotería, debes preguntarte periódicamente si tu trabajo actual sigue siendo un camino para alcanzar tus objetivos. Por tanto, debes tener unos objetivos (profesionales y personales), y haber definido el camino más adecuado para alcanzarlos, junto con algunas posibles alternativas, para el caso de encontrarte con obstáculos imprevistos.

¿Cómo se hace ésto? ¿Cómo estar preparados para contestar a la pregunta: "¿Debo cambiar de trabajo?", que sin duda nos hacemos todos alguna vez a lo largo de nuestra vida? ¿Cómo saber si un posible cambio es coherente con nuestra carrera profesional?.

6. Cómo ser un buen profesional

Los profesionales que avanzan son aquéllos que han sabido conocer sus habilidades, aptitudes y aspiraciones y en función de ellos se han marcado unas orientaciones que les sirven de guía.

El éxito no es sólo un título importante, ni un sueldo espectacular. Ni siquiera es sólo haber conseguido muchos "logros", aunque tiene que ver con éstos. El éxito viene dado por la satisfacción íntima que sentimos cuando hay un equilibrio entre las aspiraciones personales, profesionales, sociales y familiares... según el orden de prioridades de cada uno.


7. Tiempo para pensar

La explicitación de nuestras prioridades exige reflexión, madurez, responsabilidad y TIEMPO. Debemos dedicar el tiempo necesario a este asunto. Las prioridades y los objetivos no se cambian muchas veces a lo largo de la vida. Hay personas que no las cambian nunca. Otras sí.

Tenemos que pararnos y pensar. Y tenemos que decidir qué queremos SER en la vida. Esto no lo puede hacer nadie por nosotros.

Esto no es todo. Para poder decidir quién queremos ser debemos saber quién somos en este momento, qué sabemos hacer, qué nos gusta hacer y qué no nos gusta hacer.

Y esto lo averiguamos examinando en detalle nuestra vida anterior, lo que hemos hecho, qué hemos disfrutado en cada episodio, por qué, en qué consistía,... en definitiva, qué habilidades hemos aprendido y queremos seguir desarrollando.

Tenemos que pararnos, pensar y decidir qué queremos HACER en lo que nos resta de vida.

8. ¿Para qué valgo?

Para planear nuestra carrera nos falta otro paso: conocer qué existe fuera de nosotros. Es decir, qué actividades profesionales requieren las habilidades que hemos descubierto en nosotros. O dicho de otra manera, qué áreas de actividad existen en el mundo del trabajo donde yo pueda ejercitar mis capacidades y conocimientos.


No se trata de encontrar sitios donde seguir haciendo, más o menos, lo que hacíamos, con promoción o sin ella. Es un planteamiento más profundo, dirigido hacia dónde ejercitar nuestras habilidades, quizás en combinaciones diferentes, y haciendo otras cosas que nos resulten más interesantes que lo que estamos haciendo en este momento, y que nos acerquen más a nuestros objetivos ulteriores.


¿Cómo?. Preguntando y Pensando. Pensando y Preguntando. Una vez sabemos a dónde queremos llegar, y cuál es nuestro punto de partida, hemos de conseguir información sobre los distintos caminos. Hay mucha información pública a disposición de todos. Hay mucha gente que conocemos que nos pueden orientar... quizás hacia por dónde podemos conseguir más orientación.


Enterémonos de en qué consisten los distintos trabajos, preguntando a quien los desarrolle. A todos nos gusta hablar de lo que hacemos, si nos gusta lo que hacemos.


Una vez sabemos lo que queremos hacer, es el momento de plantearnos dónde podemos hacerlo. De modo general, lo ideal sería poder desarrollarlo en la misma empresa en la que ya trabajamos, en el mismo departamento o en otro. Tenemos ya mucho terreno ganado. Pero si no es posible, porque no existe ese tipo de trabajo, o ya lo está realizando alguien, o hay demasiadas ideas preconcebidas sobre nosotros, de modo que no se nos permita cambiar, entonces ESTE ES EL MOMENTO DE TOMAR LA DECISION DE BUSCAR FUERA DE NUESTRA EMPRESA.
9. ¿Adónde ir?

La manera de decidir dónde cambiar es la misma que para decidir por qué cambiar. Debemos buscar información sobre aquellas empresas donde sí podremos realizar lo que queremos conseguir. Debemos conseguir MUCHA información. Esto no es fácil, pero no es imposible. Es cuestión de trabajar con constancia, método y determinación. Como antes, preguntando y pensando, pensando y preguntando.

Una vez conseguida la información que necesitamos, debemos priorizar los resultados, y abrirnos, al mismo tiempo, suficientes alternativas. Hay que tener objetivos claros, pero no ideas fijas. Es posible que existan caminos muy directos, pero éstos pueden estar cerrados, por circunstancias del mercado u otras ajenas a nosotros. Tengamos un "Plan B".


Y entonces, ¡a por ello!. Nuestra vida la hemos de construir nosotros, la vivimos nosotros, y somos nosotros los protagonistas, no los agentes pasivos. Debemos tratar de conseguir lo que queremos, no estar a la espera del trabajo ideal, el premio de la lotería o el príncipe azul salvador.
10. Síntomas de cambio

Hasta aquí hay un planteamiento serio y profundo, aunque existen también otros síntomas claros e inequívocos que nos llevan a la necesidad de plantearnos un posible cambio, algunos de carácter interno, como por ejemplo, cuando nos sentimos desilusionados, inquietos, sin fuelle, y otros de carácter externo.

Entre ellos, el que la marcha de nuestra empresa sea muy negativa, el que recibamos claros síntomas de que nuestros superiores no están satisfechos con nuestro trabajo, cuando cambia la política de la empresa y la forma de actuar nos parece incorrecta, o simplemente se ha enrarecido el ambiente y no estamos a gusto.

11. Piensa, decide y actúa

Recomendamos hacer este ejercicio para dirigir su carrera, hacer lo que quiere hacer y decidir sobre su vida. El principio es que debemos evitar el ¿qué va a pasar? para centrarnos en el ¿que voy a hacer?. Cada uno es dueño de planear su futuro y de luchar por lo que quiere conseguir, y para ello hay que PENSAR, DECIDIR, y ACTUAR.

Así estarás preparado para cuando te llamen con una propuesta de cambio, y podrás valorar si te conviene de verdad pensando en tu carrera profesional a largo plazo, o si es una oportunidad que debes dejar pasar aún cuando pueda parecer brillante a primera vista. Además, las reflexiones anteriores te serán sin duda útiles para decidi iniciar un proceso de cambio, te llamen o no.

Un último consejo: suele ser mejor no dejar un trabajo anterior antes de encontrar el que queremos. No conviene precipitarse, y menos jugar con nuestras responsabilidades familiares, en estos tiempos difíciles, en los que tener un trabajo es ya un éxito. Se lo dice un headhunter.

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