lunes, 5 de noviembre de 2007

Los contactos y la búsqueda de empleo

Si estás cansado de seguir los circuitos habituales para buscar trabajo y prefieres abordar la búsqueda de empleo con nuevas estrategias, lo mejor es que crees tu propia red de contactos. Esta vía recibe el nombre de networking y quienes buscan trabajo no suelen utilizarla habitualmente, aunque es uno de los medios más efectivos. El networking puede proporcionar grandes oportunidades de empleo porque, según la mayoría de expertos, los contactos son uno de los mejores caminos para encontrar trabajo.

En realidad, sólo se ofertan en los anuncios de empleo un número limitado de los puestos que están vacantes. Naturalmente, el número de contactos va aumentando con el tiempo, cuanta más gente conozcamos, más entradas tendremos en nuestra agenda. El empleo de este sistema nos permitirá entrar en contacto con algunas personas que habrán pasado por una situación similar a la nuestra, ellas nos darán consejos útiles sobre la mejor forma de proceder. Es decir, si hablas con personas que no se han olvidado de cuando buscaban trabajo, sin duda te podrán proporcionar buenas ideas que casi con toda seguridad te serán de gran ayuda.

A tener en cuenta

En primer lugar, si estás creando tu red de contactos, debes aprender a ser humilde. Si reconoces tus limitaciones podrás valorar más la ayuda que puedan ofrecerte los demás. De hecho, el principal objetivo a la hora de construir y activar una red de contactos es aprovechar las oportunidades que te ofrecen los conocidos y saber que en un futuro nosotros también podremos ayudar a otras personas. Por otro lado, cuando empecemos a realizar nuestra agenda, deberemos tener en cuenta quién puede entrar en ella y quién no, en función de la ayuda que nos puedan aportar. Los contactos más útiles son aquéllos que nos permitan conocer a otras personas o aquéllos que nos pueden dar más información. En el proceso de búsqueda de empleo, la información más importante que te pueden dar es la relativa a la situación y a los cambios del mercado laboral y a su oferta.

Una vez establecidos los contactos tenemos que acercarnos a ellos. Para esto, el modo más fácil y rápido es el teléfono. Aunque a menudo nos salga un contestador, no debemos desanimarnos y es aconsejable prepararnos previamente el mensaje que vamos a decir para no quedarnos en blanco. Otro consejo fundamental es que este mensaje sea corto. También puede ocurrir que la persona no conteste la llamada. En ese caso, también hay que estar preparado para plantear nuestra petición y evitar, de este modo, olvidarnos de aspectos relevantes. Podemos responder con una frase del tipo: «Buenos días, soy fulanito de tal y nos conocimos en tales circunstancias o a través de tal persona».

Una de las principales premisas que hay que tener en consideración es que si estamos elaborando una red de contactos, cada persona que conocemos nos puede servir para conocer a más individuos. Durante nuestra carrera profesional, unos contactos llegan a ser muy útiles y otros, en cambio, acaban desapareciendo por la falta de uso. Hay que considerar la agenda como un elemento vivo que se va modificando a medida que pasa el tiempo.

Buscar referenciadores

Otra de las ventajas del networking es que podemos convertir nuestra cadena de contactos en personas que den referencias de nosotros, especialmente aquéllas con las cuales tengamos una relación de confianza y conocimiento mutuo. Son muchas las empresas que solicitan referencias sobre los candidatos y a menudo no sabemos a quién acudir. Puedes pedir a tu contacto que escriba una carta para adjuntar con tu currículum; si la persona tiene buenas relaciones con la empresa que tiene el puesto de empleo vacante, seguramente la carta añadirá valor a tu candidatura.

También suele ocurrir con frecuencia que la persona que puede dar referencias tuyas es aquélla que te ha recomendado a la empresa. Si dispones de una red de contactos pero no efectúas ningún control de las acciones que realices, el networking deja de ser efectivo. Por esta razón, es conveniente llevar a cabo un registro muy detallado de todo lo que hagamos en este sentido: las llamadas telefónicas, los correos electrónicos enviados, los encuentros mantenidos y toda la información que consideremos relevante. Además, puede ser que tu contacto te facilite a su vez nuevos contactos, en ese caso se debe anotar quién lo ha hecho y los datos que te ha proporcionado, por si en algún momento te preguntan y no recuerdas cómo conseguiste ese nombre.

Puede formar parte de tu red de contactos toda aquella persona que consideres que pueda facilitarte información útil en el proceso de búsqueda de empleo. En la agenda puedes incluir a compañeros de trabajo, de clase, antiguos jefes y colegas de empleos anteriores, familiares, vecinos, profesores... todos pueden sernos útiles en algún momento y no conviene descartarlos en seguida aunque en un primer momento lo pensemos.

Finalmente, no hay que olvidar que cuando alguien te dé algún buen consejo para conseguir un trabajo, te aporte una información de gran importancia o recibas unas palabras de recomendación, debes mostrar siempre tu agradecimiento.

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